Tenía el cabello despeinado, y sus ojos me miraban suplicantes.
―¿Puedes bajar? ―dijo despacio, en un susurro que logré oír.
Yo solo asentí con la cabeza y bajé con cuidado, para no despertar a mis padres. Salí por la puerta y me dirigí hacía él.
―¿Sabes que eres muy guapa? ―dijo cuando llegué a su lado, poniéndose a reír de la nada.
―Luke, ¿Estás borracho? ―pregunté incrédula.
―Solo un poco ―dijo, ahora serio.
―¿Por qué? ―pregunté, pero me arrepentí en seguida. Luke me abrazó y se puso a llorar en mi hombro―. Hey, tranquilo.
―He... He discutido con Aleisha... Quiere que nos tomemos un tiempo ―dijo sollozando―. Estábamos dando una vuelta, y ella me dijo una cosa, nos pusimos a discutir y... No lo sé... No quiero perderla.
―Creo... Creo que deberías ir a casa y descansar Luke ―le dije en su oído―. Mañana podrías hablar de nuevo con ella y solucionarlo.
―Quédate conmigo ―dijo él, en un apenas audible susurro, separándose de mí, mientras me miraba a los ojos.
―¿Qué? ―pregunté confundida.
―Quédate conmigo, solo hazlo ―dijo, mientras acercaba su cara a la mía, sintiendo su respiración confundirse con la mía―. Por favor ―susurró.
―Será mejor que entremos, entonces ―dije, separándome de él.
Comencé a caminar rápido a causa de los nervios del momento, pero luego me di cuenta que tendría que ayudar a Luke, así que juntos fuimos a mi habitación. Luke casi se cae por las escaleras, pero al final pudimos llegar.
¿Emborracharse? Me lo esperaba de James, no de él.
Luke ya se había tumbado en mi cama, y estaba roncando. Un ronquido suave, era como un niño pequeño que necesitaba ser protegido. Suspiré, nunca me han pasado cosas tan raras hasta que llegué a Sídney. No tenía otra cama, y si mis padres me veían durmiendo en el sofá sospecharían, así que me tumbé al lado del rubio, y en cuestión de minutos me dormí.
...
Los rayos de sol daban contra mi cara, despertándome. Me di la vuelta y chillé al notar a alguien más junto a mí en la cama, pero luego me acordé de lo que había pasado ayer por la noche. Luke fue abriendo poco a poco sus ojos. Cuando me vio su cara fue de confusión.
―Buenos días ―dije algo nerviosa, sonriendo―. Siento haberte despertado, pensaba que estaba sola y me asusté.
―Buenos días ―dijo él con una pequeña sonrisa, pero de pronto se puso serio de nuevo.
―No te acuerdas de nada, ¿No? ―le pregunté.
―Solo sé que discutí con Aleisha, luego fui a un bar y ya no recuerdo nada más... ―dijo tocándose la cabeza con su mano―. Me duele la cabeza.
―Normal, con la borrachera que llevabas... Viniste a mi casa Luke, me dijiste que habías peleado con Aleisha, y que si me podía quedar contigo ―le dije―. ¿Quieres una pastilla para el dolor de cabeza? ―pregunté amablemente.
―Sí, por favor ―dijo él.
Bajamos con cuidado hasta la planta de abajo, por suerte mis padres seguían durmiendo.
―Muchas gracias Daelyn, te debo una ―dijo después de tomarse la pastilla―. ¿Quieres quedar esta tarde? Y te invito a un helado ―dijo el sonriente―. A parte, se de un sitio que te podría gustar ―dijo el rubio.
―Está bien ―dije sonriendo―. Creo que será mejor que te vayas, mis padres podrían despertar en cualquier momento y... ―intenté excusarme.
El asintió y me dio un beso en la mejilla, susurrándome un "gracias" antes de irse por la puerta.
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Twins » Luke Hemmings
FanfictionDaelyn Jones se muda desde Londres hasta Sídney por el trabajo de sus padres. Cuando llega allí todo parece fantástico: sol, playa, surf; todo lo que un adolescente ama, pero... ¿Qué pasará cuando conozca a sus vecinos? Luke Hemmings: el típico chic...