Capítulo 63

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James POV:

'Tienes un día para dejar la casa de campo y alejarte de James. Lo de la piscina fue tan solo el aperitivo, no quieras que el plato estrella del menú llegue tan pronto.'

Me senté en el borde de la cama de Daelyn, suspirando con frustración mientras jugueteaba con su móvil entre mis manos. La castaña se había quedado dormida en el jardín y me había tocado llevarla a la habitación. De camino recibió un mensaje, pensé que sería su madre así que lo abrí, encontrándome con otra cosa bastante distinta. Leí todos los mensajes; toda una conversación de amenazas y temores.

Quise gritar de la frustración; aun así no lo hice. Me giré para ver el rostro de Daelyn durmiendo. Acaricié su mejilla con mi dedo, sintiendo el calor que estas desprendían.

―No voy a dejar que me manipulen más, ni que te hagan daño bebé. Te lo juro ―le susurré, depositando un beso en su frente justo antes de salir de su habitación.

Maldije por lo bajo a ese par de cobardes. Nunca antes había estado tan enfadado como lo estaba ahora, aun así sabía que no podía hacer nada contra ellos; tenían demasiado poder en sus manos, sería un iluso si pensaba que podría llegar a acabar con esto por mi cuenta.

Muchas veces había pensado en llevarle el caso a la policía, pero claramente las tablas se iban a voltear, y no precisamente para bien. Si descubría su secreto ante la ley yo también acabaría en graves problemas.

Me dirigí a mi habitación. Una vez allí me desnudé para poder ponerme ropa más cómoda. Me miré al espejo, tan solo con la ropa interior, y llevé mi mano al hematoma que tenía en el muslo izquierdo. Gemí de dolor, retirándola con rapidez, y repetí la acción con alguna marca más que tenía en mi torso.

―La próxima vez no te será tan fácil ―sonreí irónicamente, cerrando mi puño.


Luke POV:

Desperté en la completa oscuridad, con un gran malestar en el estómago y un horrible dolor de cabeza.

Estiré mi brazo, intentando encontrar un interruptor en algún lugar para poder encender la luz, pero, de repente, las luces se encendieron. La intensa luz me hizo cerrar los ojos. Cuando pude adaptarme al cambio pude divisar la silueta de una chica cerca de mí.

Parpadeé varias veces, intentando saber que estaba pasando, pero tenía una gran laguna en mi mente. La morena me miraba con unos grandes ojos oscuros, que, de manera casi inmediata, me hicieron recordar todo lo que había ocurrido.

―¡Joder! ―dije en cuanto las imágenes aparecieron por mi cabeza, bombardeándome a recuerdos de la noche anterior.

No pude contener mis ganas de maldecir y, sin saber cómo reaccionar, comencé a buscar mi ropa interior, la cual se perdía entre las demás prendas de mi acompañante, en el suelo.

―¿Perdona? ―preguntó aquella chica, haciendo que dejara mis pantalones a medio poner.

―Escucha... Esto ha sido un error, ¿De acuerdo? Yo... No estaba en buenas condiciones, ¿Sabes? Debo irme.

Sin decir nada, aquella chica se acercó a mí y elevó su mano, dejándola plasmada en mi mejilla. Tras ello, salió de aquella habitación, donde quiera que estuviésemos.

―Genial ―ironicé, acabándome de vestir.

Busqué mi teléfono entre los bolsillos traseros de mi pantalón. Con la poca batería que tenía intenté llamar a Calum, pero no lo cogía.

Me dirigí a la salida de aquel lugar; ni siquiera sabía dónde me encontraba, pero parecía ser un motel en medio de una carretera medio desierta.

Twins » Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora