Si no hubiese...

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(Save your tears- The Weeknd [sped up])



Después de estar un buen rato buscando a los otros dos mosqueteros, al fin encontré a Drew. Estaba hablando con un chico y una chica bastante peculiares. Tenían ropa como si saliesen de los ochenta, y no parecían muy puestos en este tipo de música.

Prejuiciosa, tú tampoco.

—¡Maddie! —Me gritó, y gesticuló con el brazo para que me acercara. —Estos son Rich y Jessica, compañeros de clase.

—Ah, ¡Hola! —Saludé sonriente. Ellos me devolvieron la sonrisa, pero me quedé muda cuando uno parecía que iba a besarme en las mejillas y olió mi pelo. La otra, simplemente tocó mi nariz. Miré a Drew con los ojos como platos.

—Eh, esto... ya nos íbamos. Nos vemos el lunes, chicos —Drew rodeó mi cuerpo con su brazo y me sacó lo más rápido posible de ahí.

—¿¡Qué diablos acaba de pasar!? —Pregunté alarmada.

—Son... peculiares, nada más —Sonrió nervioso.

Me guió hasta la acera siguiente al local, donde había una discoteca a la que estaban yendo todos los que habían asistido al concierto.

Vi un pelo rosa por algún lado, así que supuse que era Ola.

Drew me contó lo bien que se lo había pasado, se sabía todas las canciones de memoria. Yo me limité a asentir con la cabeza y fingir que yo también lo había hecho, aunque en realidad no dejaba de preguntarme dónde se habría metido el rubio con mi supuesta botella de agua.

Y dónde habría acabado el gilipollas de su hermano después de seguirte por todo el local.

Pero eso es irrelevante.

Ajá. Claro...

Entramos y los seguratas nos sellaron el brazo. Drew conocía a uno de ellos por el rugby. Se suponía que era el primo del amigo de la hermana de uno de su equipo.

En fin, que nos coló.

La discoteca estaba llena. Gente bailando, bebiendo, dándolo todo... no era el plan favorito de Drew, y el mío tampoco lo había sido nunca, pero estaba calentada (y no en el sentido pervertido) por mi conversación con Hunter, así que me apetecía beberme toda la balda de botellas alcohólicas.

Me acerqué a la barra y Drew me acompañó. Los dos nos pedimos nuestras bebidas y después nos tomamos un chupito.

Eché una ojeada para ver si encontraba alguna cara conocida.

Otra vez esa melena rosa.

—¡Ola! —La grité, pero estaba demasiado ocupada hablando con unos que parecían alemanes. Me acerqué y el pobre Drew me siguió por detrás como buenamente pudo. —¡Ola!

—¡LIBRAAAAAA! —Me abrazó tambaleándose apestando a alcohol. —Sí. Mi amiga. Es mi compi —Me señaló con el dedo, y los alemanes sonrieron como si entendiesen algo.

—Has estado increíble —Le dije con una sonrisa. Ella también sonreía, pero dudaba en que fuese capaz de escucharme yendo como iba.

—Oh, gracias. Una tía me ha tirado su sujetador, así que me doy por contenta —Pegó un trago y siguió bailando.

Drew no parecía dar crédito a la situación. Básicamente estaba delante de su ídola mientras bailaba borracha.

—Ejem... Mm, Ola —Abrió mucho los ojos mirándome. —Este es Drew, mi mejor amigo.

—Ohhh, el Scott junior —Apuntó divertida. y Drew puso los ojos en blanco. —Joder. Es mucho más guapo que el otro idiota. ¡Hola! —Lo besó en los morros y a nadie le dio tiempo para reaccionar.

ARDENT © [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora