Mi ruina (+18)

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(Love me like you do- Ellie Goulding)

Nada más llegar, me dio un abrazo capaz de arreglar todas mis grietas del tirón.

-Ay, cariño... -Murmuró.

Entramos a su piso y sacó dos cervezas. Acababa de ducharme y sentía esa necesidad de, después de un día muy largo, meterte en la cama con las sábanas recién puestas y limpias y dormir diez horas seguidas.

Don Gato andaba por ahí, lo agarré y me lo llevé al sofá. El pobre aguantó a una chiflada loca con el corazón roto con sus manos encima suya durante dos horas, aproximadamente.

-¿Qué tal va todo? ¿Qué tal está Rhys?

-Está... mal, la verdad -Chasqueó con la lengua y yo resoplé. -Siento que me he estancado en la vida, Ola.

-¿Por ese mamonazo?

-Por mi forma de ser. ¿Por qué odio su personalidad y sigo tan asquerosamente enganchada de él?

-Porque lo quieres -Concluyó sin darle más vueltas al asunto. -A la mierda, prohibido hablar de él durante toda la tarde.

Habló demasiado alto.

"Última hora: deportes"

Ola me miró de reojo y fue a cambiar de canal al ver una foto de Hunter en el aeropuerto, el día que volvió de Mallorca.

-Espera -La paré con una mano. -Déjalo.

"El famoso jugador de hockey Hunter Scott, después de unas vacaciones en Mallorca acompañado, vuelve a América solo y se retira temporalmente del deporte debido a problemas mentales"

-¿Qué? ¿Problemas mentales? ¡El único problema que tiene es su gilipollez! -Dijo malhumorada. -Manda huevos.

Me quedé pensativa. Más que pensativa, preocupada.

¿Por qué poner "problemas mentales" y no cualquier otra cosa? Porque no es una tontería, y... no pueden lanzar un titular con una mentira tan grave como aquella.

Decidí hacer algo que mi orgullo me prohibía, pero mi corazón me obligaba a hacer.

Encendí el móvil, me metí en mensajes y desbloqueé su contacto.

53 mensajes y 14 llamadas perdidas.

La mayoría decían lo mismo; que volviese, que podíamos arreglarlo, que había sido un gilipollas, que no debería de haber hecho aquello, que se arrepentía... pero todo sonaba a lo mismo. A pedir perdón porque sí, sin sentirlo.

Hasta que leí un mensaje.

Hunter Scott: Hola, Mads. Espero que hayas tenido un buen vuelo. Sé que no vas a leer esto, sé que para ti esto ya se ha acabado, pero necesito que sepas que me arrepiento, que te necesito y que voy a volverme loco sin ti. No me importa el hockey, a la mierda Canadá, a la mierda todo. Llevo tres días sin ti y siento que ya he perdido la cabeza. Aún más. Ahora mismo me vendría muy bien uno de tus sermones en los que me insultas cada dos por tres. Qué quieres que te diga, sé que soy una persona de mierda y que te mereces mucho más, pero también soy egoísta, y yo te quiero conmigo. Estos días me he dado cuenta de que estoy perdidamente enamorado de ti, y siento decirte que contra más tiempo pasemos separados, más voy a quererte. Tres días y ya echo de menos hablar contigo, que me insultes, que me mires mal, tocarte. Tres días y toda una eternidad arrepintiéndome por mi forma de ser, por no ser lo suficiente para ti. Lo siento, de verdad que lo siento.

Tragué fuerte y me bebí la cerveza de trago. Ola me miró ojiplática y elevó las cejas.

-¿Qué pasa?

ARDENT © [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora