Need you now

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(Need you now-Lady A)



—David. La última. Te lo prometo. Te lo prometo por todo lo que quieras. Te lo prometo... —Agarró a Drew del cuello y pegó su cara con la suya. —Por mi novio. No es gran cosa, pero... ¡Por favor!

—Ah, gracias por la parte que me toca. Yo también te quiero.

Acto seguido, procedieron a comerse la boca.

En fin.

David me miró con una cara extraña y me preguntó a ver qué tal había ido mi noche después de haberme visto darlo todo bailando con Ola y sus amigos. Alex y yo habíamos hecho muy buenas migas, y Jack... bueno, era todo un personaje, pero era majísimo también. Se sabía todas las canciones y las cantaba a pleno pulmón.

El local estaba bastante lleno, y el ambiente estaba bien. Ni aburrido ni asfixiante, en su punto.

—¿Cuántos dedos tengo? —Me vaciló.

—Ja, ja. Qué gracioso —Rode los ojos mientras sacaba el dinero de mi cartera y le pagaba mi copa.

—Lo sé, me lo dice todo el mundo —Siguió la gracia, y me dedicó una mirada misteriosa.

—¿Qué pasa?

—¿Se ha ido tu modelo?

—¿...Eh? —Pregunté desubicada.

—El chico rubio —Aclaró.

—Mhm, cotilla... —Levantó las manos con gesto de inocencia, y lo miré de reojo mientras revolvía mi bebida. —Sí, se ha ido.

—Vaya, y yo que quería debatir tu obra de arte con él...

—A él le encanta —Dije muy poca convencida. —Bueno... le encantará con el tiempo. Es que odia sacarse fotos, ¿Vale? —Lo miré mal de nuevo, y éste se rio. —Seguro que os llevaríais genial. Le gusta Harry Potter, ha visto Juego de Tronos y miles de películas más que tanto adoras...

—Es que Juego de Tronos es la mejor serie que hay.

—Me quedo con Crónicas Vampíricas, gracias —Negó con la cabeza mientras limpiaba la barra.

—¿A él le gusta esa serie?

—La detesta.

—Entonces sí que nos llevaríamos bien.

Lo sonreí y me bajé del taburete con mi nueva bebida. Me adentré entre la muchedumbre y encontré a todo mi grupo gracias a la melena de Alex. Cuando llegué, abrí los ojos como platos. Tanto Drew, como Alex y Jack se estaban morreando con una chica.

Mi copa y yo, una verdadera historia de amor.

Entonces, no pude evitar preguntarme dónde estaría la persona más cascarrabias del mundo. Seguro que seguía con esa chica rubia...

No lo encontré. Escaneé con la mirada todo el bar, que era bastante grande. No me fie de mí misma por el estado de embriaguez en el que me encontraba, así que repasé el local un par de veces, mínimo. Pero nada.

¿Se habría ido? Esperé que no.

¡Mierda!

Bueno, a ver, yo...

Yo no iba a hablar con él. Yo no iba a pensar en él. No iba a dejar que me arruinase la noche.

De pronto sentí cómo dos dedos tocaban mi hombro llamando mi atención.

—¿No deberías estar detrás de la barra? —Sonreí.

—Me ha parecido interesante nuestra conversación. No puedo dejarte salir con la tuya diciendo que es mejor una serie de vampiros cutre que la mejor serie de la historia.

ARDENT © [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora