A las tantas de la mañana, Hunter se levantó de la cama con prisa. Abrió el armario de par en par, y me desperté con el ruido de la puerta corredera.Nos pasamos toda la noche repitiéndonos lo mucho que nos habíamos echado de menos durante esos tres días. Él me dijo que su ex entrenador lo había llamado unas quince veces al enterarse de su supuesta retirada. Básicamente le prohibía dejar el hockey con lo talentoso que era, decía que era un pecado.
Sus padres también lo llamaron, y a todos les decía lo mismo; que ya no disfrutaba como antes. Ahora, se pasaba los días viajando de aquí para allá, entrenando casi todo el día y vetándose de cenas, fiestas o cualquier cosa que haría un joven de nuestra edad. Por no hablar de sus fans. Cada día había noticias distintas sobre él que la mayoría resultaban ser falsas.
Su manager era la que más cabreo se cogió. Decía que no podía renunciar a su carrera así porque sí, que sabía lo que suponía ser famoso y que siempre hablarán de todo lo que haga.
Gimoteé un poco y se acercó a darme un beso. Fruncí las cejas.
-¿Qué pasa? -Murmuré.
-Nada, sigue durmiendo.
Ese "nada" me inquietó por completo. Salí de la cama algo mareada y lo seguí hasta la cocina. Ni siquiera desayunó.
Iba vestido bastante elegante, con camisa y todo.
Una camisa que, por supuesto, la tenía mal colocada.
Antes de que saliese escopeteado de su piso, agarré su mano y lo coloqué frente a mí. Le metí la camisa por dentro del pantalón y le coloqué el cuello.
Me miró algo asustado.
-¿Dónde vas a estas horas así de arreglado?
Se quedó en silencio. Boqueó pero no llegó a decir nada.
Entonces relacioné todo.
Fui corriendo a su habitación y agarré el móvil.
Un mensaje. De Rachel.
Rachel: Se ha ido. Se ha muerto, Maddie.
Rachel: El funeral será mañana a las siete de la tarde.
Me llevé la mano a la boca y después al pecho. No podía creerme que una persona con la que había estado hace unas horas y que parecía haber mejorado, se había ido para siempre.
Hunter vino a su habitación en busca de su teléfono, y lo miré prácticamente rota.
Lo noté triste, más que triste como si sintiese impotencia. La relación que tenía con Rhys era más que de amigos, eran casi hermanos, y saber que su madre había fallecido después de todo lo que habían vivido juntos... debió de dolerle mucho.
Lo abracé y me aferré a él con intención de no separarme nunca, de quedarme en esa postura para toda la vida.
-No puede ser -Murmuré atónita.
Él no dijo nada, y no pude parar de pensar en Rhys, en que estaría hundido. Todo lo que había luchado por su familia, todo lo que se había entregado a pesar de no recibir la misma atención. El dinero que se gastó en todo ellos, para que ahora...
-Tengo que ir al tanatorio, volveré antes de comer.
-Voy contigo.
-No me parece buena idea, Mads -Dijo mientras acariciaba mi espalda.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque es un tema delicado y sé que eres muy sensible con estas cosas, no quiero que te pase nada o de repente sientas...

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ARDENT © [#1]
Fiksi RemajaSeis años después, Maddie regresa a la ciudad en la que creció, lo que significa que ciertas personas de su pasado, como el frío de su padre o su antiguo mejor amigo, volverán a formar parte de su vida. Con lo que ella no contaba era con los dos sex...