Tormenta

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(Too close- Alex Clare)

Llegué a mi piso calada y tiritando. Fui directa al baño con la camiseta del pijama en una mano y el abrigo—goteando— en otra. Dejé colgado el abrigo en la mampara de la ducha, y me metí dentro.

Siempre me duchaba con el agua tibia. Ni fría, ni caliente. Incluso en invierno.

Costumbres mías.

Pues ese día estaba tan congelada que me puse el agua tan caliente que salía humo. Me sentó genial, aunque la música melancólica mientras me daba una ducha y llovía a cántaros me hizo estar un poco triste sin motivo aparente.

Salí de la ducha y me sequé el cuerpo. Rápidamente me puse la camiseta del pijama y solté mi moño feo y despeinado. Paré la música y salí escopeteada hacia el salón para coger una manta y ponérmela por encima.

Era tarde, pero la verdad es que no tenía sueño. Así que... como el tiempo me lo pidió a gritos, me puse Harry Potter y el cáliz de fuego.

Por el tiempo, no por ti...

Exacto.

Entonces me acordé de cierta personita. De la única en la que pensaba en esos instantes y no me daban ganas de pegarle un guantazo.

Mi rubio favorito.

Tenía varios mensajes suyos.

Rhys<3: Dios. Sigo sin creérmelo.

Rhys<3: Dime que has visto el gol. Dime que ha sido real y no se lo ha inventado mi puta cabeza.

Maddie: ¡Pues claro que ha sido real! Ha sido increíble. ¡Me alegro muchísimo por ti! :)

Rhys<3: Gracias por haber venido, de verdad. Que sepas que el haberte visto antes del partido me ha dado las fuerzas suficientes para meter ese gol.

A eso me refería. Rhys y yo ni siquiera teníamos nada y... joder, me ha hablado, me ha sonreído o mirado siquiera al pasar a mi lado después de días sin vernos. Y Hunter ni siquiera ha sido capaz de levantar la puta mirada después de haber dormido en su puto piso de ricachón.

Llamada entrante: Rhys<3

—¿Qué tal está el goleador de la noche? —Sonreí y paré la película.

—Ahora mucho mejor. ¿Qué tal mi camarera guapa?

—Acordándome de ti.

Iuj. Qué pasteloso había sonado eso.

Vale. Esas sin duda que no fueron mis intenciones.

—Uy, ¿Y eso? —Dijo interesado.

—No te hagas ilusiones, bobo. Es que estoy viendo Harry Potter y me he acordado de las millones de veces que las hemos visto en este mismo salón.

—Pagaría por poder hacerlo ahora mismo. Disfruta por mí.

—Lo haré —Reí.

—Eh... tengo que dejarte. El entrenador quiere reunirse con nosotros antes de irnos a dormir.

—Ah, claro.

—¿Maddie?

—¿Sí?

—¿Cuándo..? —Dejó la pregunta abierta y suspiró. —El vuelo del equipo sale mañana, pero no creo que vaya a ir con ellos. Estando Rachel aún ingresada... no puedo.

—Me quedo contigo —Lo corté. —Ya volveremos... cuando sea, ¿No?

—¿Y tu trabajo?

—¿Y tus entrenamientos?

ARDENT © [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora