Relaciones abiertas y piernas cerradas

6.1K 317 60
                                    

(Power over me- Dermot Kennedy)

Una vez instaladas en aquel pisito tan acogedor que me recordaba mucho al de Nashville, no pude contenerme y le mandé una foto a Rachel.

Estuve hablando bastante con ella esos días. Me dijo que estaba encantada con su nueva compañera de piso, que era muy casera y le empezaba a pegar ese gustillo de ver películas o estar en casa. Adoptaron otro gatito adorable para hacerle compañía a Ralph, se llamaba Gus.

El piso no era mucha cosa. Un par de habitaciones, un baño, una cocina pegada al salón y una mesa minúscula con dos sillas.

Pero era Edimburgo.

Y yo sentía que estaba en un puto sueño.

El piso no era gran cosa pero la ubicación era increíble, nos encontrábamos a cinco minutos de Mary King's Close, un callejón que te lleva a la ciudad antigua de Edimburgo que ahora es subterránea. Había un tour con gente disfrazada y todo.

Cuando bajamos a la cafetería, nos encontramos con Calum y Archie en el pasillo. Un pasillo minúsculo, puesto que en el segundo piso (el nuestro) solo estaban nuestros dos apartamentos, uno frente al otro.

—¿Instaladas? —Preguntó Calum. Miraba mucho a Ola, y no sé por qué deduje que le gustaba.

—Sí... Joder, libra. Tendríamos que haber tardado una eternidad a posta para librar hoy —Suspiró mientras apoyaba su cabeza en nuestra puerta.

—Ya, claro. Y nos mandan de vuelta a Estados Unidos, guapa.

Los otros dos sonreían, parecían nosotras pero en chicos. Fue muy gracioso.

—Nosotros nos vamos a la universidad —Dijo Archie mirándome. —Si os aburrís esta noche, podemos salir por Edimburgo, así conocéis el ambiente nocturno de Escocia —Esbocé una sonrisa. Aquella propuesta era muy tentadora.

—Claro, iremos con nuestros mejores atuendos —Dijo Ola, cuando sabía perfectamente que no habíamos traído nada escandaloso. —Así que poneros a la altura, escoceses.

Calum no paraba de sonreír. Aquello fue un flechazo a primera vista en toda regla.

Bajamos juntos las escaleras para ir cada uno a su respectivo destino, cuando Archie se paró en mitad de las escaleras y maldijo:

—Mierda —Me daba mucha gracia su acento. Me encantaba.

—¿Qué pasa? —Le pregunté. Yo iba detrás de él.

—Se me ha olvidado pasear a Simba —Enarqué una ceja, supongo que hablaría de su cachorro.

—¿Quieres que lo haga en un momento? —Me ofrecí. Sinceramente, no sé ni por qué. Aquello fue estúpido ya que no me conocía las calles de aquella ciudad más que por fotos y vídeos de YouTube, pero es que un cachorrito... necesitaba pasearlo.

—¿Enserio? ¿No te importa? —Preguntó sorprendido.

—Qué va, me encantan los perros. Antes de ir a trabajar le doy una vuelta y que se desfogue.

—Te advierto que es muy enérgico —Dijo con una sonrisa.

Volvimos a subir las escaleras, y fuimos hacia su piso.

—No te asustes con nuestro apartamento, está hecho una puta mierda.

Sonreí hasta que comprobé que era cierto. La madre de Dios, pero qué guarros eran. Lo menos tenían cajas de pizzas de hace dos semanas.

—Necesitáis una limpieza aquí a fondo, ¿Eh? —Vacilé.

Se escucharon el sonido de unas patitas viniendo hacia nosotros, hasta que literalmente me tiré al suelo y mis ojos brillaron tanto como la luna.

ARDENT © [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora