¿Explicaciones o excusas?

6.4K 341 39
                                    

(Amnesia- 5 Seconds Of Summer)

—¿Con que Rheesy Rhys y tú ya no...? —Dijo Ola a punto de tirar una taza de café al suelo de lo concentrada que estaba mientras le contaba mi entretenido fin de semana.

—No. Pero eso no cambia nada, seguiremos siendo amigos.

—Sí, claro, no cambia nada llevarte igual de bien con la persona que hasta hace dos días tonteabas. Cariño, ¡Despierta! Que esto es la vida real, ¡No un cuento!

Por desgracia, así era.

Fui a atender a unos pocos clientes cuando vi una melena demasiado conocida. Entró a la cafetería con su gorro azul en la mano y con sus típicas ojeras.

Antes de cometer el mayor error de mi vida y dirigirme hacia él como si hubiese venido por mí, Ola se me adelantó y empezaron a comerse los morros en mitad del local.

Al final fue a mí a quien se le cayó la taza de café al suelo.

Los dos se giraron hacia mí y por suerte apareció Karl de la nada con la escoba y el recogedor.

—Ola, la última vez que te digo esto. ¡ESTÁS TRABAJANDO! ¡Déjate de novios para tu tiempo libre y sirve un puñetero café! —Gritó como si la vida le fuese en ello.

—Como si tú no ligases con la rubia de la esquina todas las mañanas —Le dio dos palmadas en las mejillas con una sonrisa y volvió a la barra.

Después del espectáculo, yo seguía ensimismada en Drew y en su potente beso con Ola.

—Eh, Maddie —Dijo antes de que entrase a la cocina y me metiese debajo de una mesa hasta que se fuese.

—Drew, ahora no...

—¿Ahora no? Llevo casi una semana esperando a tu respuesta, ¿Y ahora que te veo aquí ni siquiera vas a ser capaz de decirme qué es lo que te he hecho?

Su tono de voz me indicó que había estado varios días dándole vueltas al tema. Sinceramente, no sabía ni por donde empezar.

—Es que este no es el lugar para hacerlo —Me miró confuso y después miró a nuestro alrededor.

—Vale, como quieras. A las seis, cuando acabe tu turno, te espero en el parque frente a mi casa.

Asentí con la cabeza poco convencida, pero la verdad es que me apetecía volver a la normalidad y dejarme de movidas con los pocos amigos que tenía.

Volví a la barra y estaba Ola apoyada en ella con una sonrisa de lo más tonta viendo a Drew salir de la cafetería.

—Madre mía, cuando quise juntaros no llegué a pensar que estaríais así —Dije con las cejas enarcadas.

—Es que... maldito Drew. ¿Ahora qué se supone que debo hacer? ¡Ha apartado mi lado lésbico de una patada desde que lo conocí en la discoteca! Esto es un sinvivir, Maddie —Hundió las cejas y, con dramatismo, hizo que se desmayaba.

—Me alegro de que os vaya bien —Sonreí y limpié la barra. Ella se acercó a mí y me rodeó con un brazo, mirándome con una cara malévola.

—Bueeeeeno, pequeña santita. ¿Vas a contarme tu noche del sábado o prefieres seguir haciéndote la mística? —Subió y bajó las cejas.

—Es que... sinceramente eres la única persona con la que querría hablar del tema —Bajó su brazo y me miró algo preocupada.

—¿Ha pasado algo?

—Es complicado —Murmuré cabizbaja intentando no venirme abajo al recordar esa sensación de ahogo cuando el hombre me puso las manos encima.

Ola miró a cada lado de la cafetería hasta por fin localizar a Karl.

ARDENT © [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora