Celos y más celos

4.4K 181 25
                                    




La vuelta en coche fue muy larga. En serio, yo creo que condujo por otra carretera extraviada y tardamos quince horas. ¿Por qué conducía tan lento? ¿No podía acelerar más?

—Si acelero más, nos vamos a matar, loca —Carcajeó. —¡Quita! No me distraigas o tendremos un accidente de verdad —Dijo mientras apartaba mi mano de su pierna.

—Oye... —Lloriqueé yo, con pucheros.

Mientras agarraba el volante con la mano con la mano izquierda, con la derecha me acercó a él y me dio un beso en la sien.

—Así mejor —Dije tan risueña, y él se rio negando con la cabeza.

Por fin llegamos al aparcamiento de debajo de su apartamento. Hizo una maniobra rápida y bastante cutre y literalmente saltó de su asiento sin abrir la puerta siquiera. Corrió hacia la mía y me sacó del coche conmigo en su hombro.

—¡Odio que hagas esto, bájame! —Me quejé mientras lo pegaba.

—Ibas a entretenerme metiéndome mano, que te conozco.

—Bueno... —Murmuré yo. —Vale, pues me conformaré con esto.

Y estrujé sus dos nalgas mientras subía las escaleras.

—¡Ay!

Qué culazo. En serio, era como un melocotón, jugoso. Era... tenía la forma perfecta. Putos jugadores de hockey. ¡Eran mi ruina!

Llegamos a su apartamento. Abrió la puerta de par en par y me tiró en su cama.

—¡Eres un bruto, que lo sepas! —Le grité mientras ponía su dormitorio patas arriba.

Camisetas, bañadores, calzoncillos... todo volando a mi alrededor.

Pero nada, ningún preservativo a la vista.

—Joder, qué mierda —Masculló cabreado. Salió de su dormitorio, yo me quedé ahí tirada.

—Oye, ¿Qué tal si miras en la cartera o dentro de los bolsillos de los pantalones?

—No, estoy seguro de que tiene que haber... uno por aquí —Gritó, y decidí acercarme.

Estaba buscando en el sofá cama, entre los cojines. Apartó la mesita y abrió el sofá. Sinceramente esperé no dormir ahí en mi vida.

—Tiene... tiene que estar por aquí.

—¿Por qué va a estar en un sofá y no en tus pantalones? —Reí, ayudándolo.

—Porque la última vez se cayó aquí —Confesó de repente.

—Uy, qué pasa, ¿No pudisteis llegar a la cama? —Puse una cara de pervertida, pero él siguió buscando.

—No es eso, es que lo perdí aquí cuando subí con Chloe y no lo volví a ver.

Paré de buscar.

¿Acababa de decir Chloe? ¿Chloe... Chloe? ¿Nuestra Chloe? Bueno, qué digo nuestra; ¡Chloe la perfecta! Lo perdió con ella... joder, ¡Iban a hacerlo!

Rhys paró cuando me vio quieta, como un palo.

Se giró lentamente y boqueó.

—No lo hicimos —Aclaró. Yo sonreí.

—Oye, que no importa. No eres mi novio.

Levantó las cejas.

—Es que me dijiste que solo os besasteis en una fiesta, por eso me ha extrañado.

—Sí, bueno. Es que... quedamos un par de días más. Pero fue algo informal, después de beber cervezas en la playa con todos. Pero nunca llegamos a hacerlo.

ARDENT © [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora