kitsune tail

02

Misaki y Naruto aparecieron en frente a una mansión, la cual en sus puertas tenía el símbolo de un rayo y un espiral, la mano de Misaki brilló en un tono verde y muchos Fūin se activaron, antes de desaparecer, una barrera aguamarina apareció y luego se deshizo

- ¿Por qué vinimos a la casa del Yondaime Hokage, Misaki-Chan? -preguntó el rubio a su guardiana, la cual suspiró.

-Naruto-Sama -ella se arrodillo ante su protegido y le tomó por los hombros -No sé de qué otra forma explicarle esto pero... le han mentido toda su vida. Usted no es huérfano, sus padres están vivos y tiene 2 hermanos menores -los ojos del rubio se abrieron grandes, antes de que por su mente pasaran miles de cosas, en muy pocos segundos: ¿Por qué sus padres lo habían abandonado?, ¿lo odiaban?, ¿era por ser débil?, ¿por ser el Jinchūriki de Ritsuko? -No puedo decirle que ocurrió exactamente, aun y cuando soy una creación de Shinigami-Sama, ni siquiera yo lo sé todo. Lo que sí le puedo decir, es que usted puede tener una vida mejor y vinimos, para buscar cualquier cosa que sus padres pudieran haber olvidado -el rubio asintió y entraron en la casa, usando sangre del rubio, luego de registrar la casa, por casi una hora, finalmente encontraron el sótano, el cual estaba protegido por varios Fūin's, pero con unas gotas de sangre y Chakra del rubio pudieron abrir la bóveda -Vinieron y se llevaron un par de armas -dijo Misaki. En la bóveda había: Kunai's, un par de Fūma Shuriken's, algunos pergaminos de Fūinjutsu, Jutsus de todos los elementos, pero lo que más le interesó al rubio fueron una Katana y una Nodachi -Permítame, Naruto-Sama -la dama de cabello castaño se arrodilló en el suelo y una luz surgió de su mano, un Fūin se formó y todo lo que había en la bóveda fue a parar al Fūin.

- ¡Wow! -Dijo el rubio- ¿Cómo hiciste eso, Misaki-Chan?

-El Fūinjutsu puede hacer muchas cosas, Naruto-Sama -dijo ella sin dejar de sonreír -Desde sellar objetos como lo acaba de ver; hasta crear barreras o permitir el desplazamiento rápido.

- ¿Cómo un Shunshin? -preguntó el rubio.

-Algo similar -dijo ella -Ahora sí, salgamos de la aldea -Naruto se acercó a ella, volvió a arrodillarse y un nuevo Fūin apareció bajo sus pies, ambos desaparecieron en un destello, con todos los Jutsus y objetos de la bóveda del Yondaime Hokage y Uzumaki Kushina.

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Oficina del Hokage

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Cuando Misaki se llevó a Naruto, Hiruzen no sabía qué hacer. Pero decidió que lo mejor, sería reunir al consejo, pues ella había asesinado a muchos Shinobis y aldeanos, con sol Jutsus.

- ¿A qué se debe esta reunión, Hiruzen? -preguntó Danzō de forma altanera, solo para que todos se pusieran pálidos, cuando el Sandaime liberó su instinto asesino.

-Creo que les había advertido a todos ustedes, que debían de mantener a los aldeanos y a los Shinobis de sus clanes, lejos de Naruto -dijo Hiruzen -Creo que había advertido a los lideres ANBU's y Jōnnin's evitar que sus compañeros lastimaran a Naruto y no lo han hecho. Han permitido que pasen por encima la autoridad de estos consejos. Ahora mismo me estoy planteando, cual es la utilidad de todos ustedes y porqué no dejar únicamente a los consejos de los líderes de clanes. El consejo de clanes me entrega semanalmente los avances de los Shinobis de sus clanes, los lideres Chūnnin, Jōnnin y ANBU me entregan las valoraciones y calificaciones de sus miembros mensualmente. Ustedes, los miembros del Consejo Civil... -Hiruzen abrió una gaveta y puso en la mesa un gran número de folders -solo saben pedir cosas. En su gran mayoría son innecesarias, además de tomar fondos de la academia: civil y Shinobi, para sus propios fines -los civiles y los ancianos se sentían humillados, pero no podían decir nada. Los líderes Chūnnin, Jōnnin, ANBU, los líderes de clanes y los miembros del consejo civil estaban saliendo de la oficina.

-Hiruzen -dijo Koharu aun enfadada -Te exijo que des a conocer los origines del Kyubi-Gaki. Si ese Gaki ha sido sacado de la aldea, entonces ya no tenemos motivos para seguir ocultándolo, de todas formas, no volverá a esta aldea -Homura y Danzō la miraron. Cuando se diera a conocer su identidad, se sabría que ellos habían intentado asesinar al hijo del Yondaime y eso podría llevar a una guerra civil.

-Muy bien, volveré en algunos minutos -dijo Hiruzen, saliendo de la oficina.

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- ¿Misaki-Chan? -Habló Naruto, quien iba en la espalda del ángel -Creo que me estoy mareando -Misaki no podía volar, por la forma en la cual cargaba al rubio, además de que creí que podría ser peligroso -A todo esto, ¿A dónde iremos?

-Iremos al puerto de Hi no Kuni, allí hablaré amablemente con algunas personas quienes nos prestarán un bote y con él, iremos a Fiore, el reino más poderoso de Earthland -dijo Misaki. Tras casi una hora, llegaron al puerto de Hi no Kuni, tomaron un bote hasta Nami no Kuni -Le pido que por favor, entre en esa casa en construcción, Naruto-Sama -murmuró ella, señalando una casa cercana, la cual aun estaba en construcción y en cemento -Yo le dice avisaré cuando tenga algo -el rubio asintió y entró en la casa, Misaki escuchó un grito y vio a una pareja ser asaltados por los hombres de Gatō, así que se dirigió hacia ellos- ¡Oigan, dejen de molestar!

- ¿Y quién te crees que eres, para venir a ordenarnos algo, puta? -preguntó uno de los hombres, haciendo enfadar al ángel.

-Créeme, que eso no quieres saberlo -dijo ella -Aléjense de ellos.

-No lo haremos, perra -gritó el mismo hombre, antes de lanzarse contra el ángel, quien solo esperó a su enemigo.

- ¡Kokuyōseki no Ken! (Espadas de Obsidiana) -exclamó Misaki, extendiendo su mano derecha hacia su enemigo, mientras que cientos de espadas que parecían talladas en piedra negro, salía hacia él, atravesando su cuerpo, como si fuera de papel, asustando a su compañero, quien intentó correr, pero la dama realizó sellos de manos y las colocó en el suelo- ¡Kokuyōseki Hari! (Agujas de Obsidiana) -el ángel colocó sus manos en el suelo y varias agujas de obsidiana de gran tamaño, acabaron con la vida de su rival.

-Gracias -dijo el hombre -Muchas gracias, señorita.

-De nada -dijo ella, con una sonrisa.

-Díganos, ¿hay algo que podamos hacer por usted? -preguntó la esposa del hombre.

-Necesito un barco, para ir a Earth-Land -dijo Misaki.

-Creo que puedo ayudarle -dijo el hombre, quien sacó un papel de su bolcillo y se lo entregó -Son comerciantes, quienes viajarán y hacen las veces de transporte. Saldrán a las 16:00.

-Gracias -dijo Misaki, con una sonrisa-Disculpe -la pareja se giró -Verán: viajo con un niño y... -el hombre no preguntó, solo le entregó otro papel a la mujer. Su agradecimiento era tal, que no se molestó en preguntar nada.

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Cuando volvió al lugar donde había dejado a su maestro, se encontró con una mujer dándole una manzana al pequeño. Por sus vestimentas, el rubio parecía un niño de bajos recursos.

-Naruto-Sama -dijo ella -Tenemos un viaje a las 16:00 -el rubio asintió, vio a Misaki sacar unas monedas de un Fūin que se formó en la palma de su mano y fueron a buscar un restaurante. Mientras que ellos comían, vieron a varios prestamistas, como aquellos contra los que había luchado, ordenando a los aldeanos dar un dinero, por la protección que Gatō.

- "Misaki-Chan" -susurró el rubio - "No podemos permitir que estas personas sufran"

- "Lo sé Naruto-Sama" -contestó el ángel- "¿Pero qué podemos hacer?, Shinigami-Sama, me comentó todo lo que usted había sufrido y yo misma pude apreciarlo" -ambos se miraron a los ojos y se quedaron en silencio, unos minutos-"Creo que podría darle un escarmiento a Gatō y luego irnos" -protegido y guardiana, salieron del restaurante, justo cuando 4 prestamistas de Gatō iban a entrar. Misaki fue rápida: des-selló un Kunai y lo usó para degollar a los prestamistas. Los aldeanos se quedaron quietos, antes de tomar los cadáveres y ocultarlos.

-Gracias por eso, señorita -dijo el dueño del restaurante, mientras que ambos se iban. Misaki y Naruto compraron comida, antes de que ella realizara un Tenshi Bushin.

A las 16:00, Naruto y Misaki estaban partiendo desde Nami, hacia Earth-Land, detrás de ellos y justamente a esa hora, miles de bombas de metralla de obsidiana repartidas por todo el país, explotaron, asesinando a muchos de los hombres de Gatō, mientras que los aldeanos se alzaban en armas, para acabar con el hombre que durante tantos años los había estafado.