One shots (Famosas y tu)

Arizona Robbins

Espero que sea de tu agrado, he intentado lo mejor que pude. 

Suspiré pesadamente al ver las analíticas.

Insuficiencia cardíaca... no paraba de leer una y otra vez tratando de buscar una forma de ver como le decía a mi novia.

-Lateral izquierdo. - escucho a Meredith a mi lado.

Un pequeño salto por el susto y giré a ver como estaba sobre mi hombro leyendo.

-Dios santo Grey. - dije con una mano en el pecho.

-Lo siento, no quería asustarte pero tenía curiosidad, llevaba un rato llamándote y no contestabas.

-Así que problemas de corazón. - se escuchó la voz de Cristina detrás.

-Oye ya vale. - doble los papeles mirándolas.

-¿Qué? Yo también tengo derecho a  tener curiosidad.

-¿Y cómo le dirás? - preguntó esta vez Meredith.

-Uy... ¿Robbins no lo sabe?

-Son las analíticas de la semana pasada.

-¿Llevas una semana con ello y aún no se lo has dicho?

-No es fácil, ambas hemos estado muy ocupadas.

-¿Y cuál es tu plan? - miré a Yong con el ceño fruncido.

-Creo que deberías pedir unas pequeñas vacaciones, ¿has pensado en...

-No. - la corté. - Ni hablar, no pienso ponerme un marcapasos.

-No es tan malo, se que da miedo pero con la tecnología de hoy en día todo saldrá bien y podrás hacer tu día a día normal.

Fruncí mis labios pensando.

-Primero habla con ella, seguro te ayuda a tomar la decisión correcta. - apoyó Grey su mano sobre mi hombro apretándolo suavemente.

....

El ambiente romántico, rosas rojas, velas aromáticas. Me sentía nerviosa, estaba esperando a que Arizona acabase su jornada y poder comentarle sobre mi pequeño problema.

Comenzaba a sentir un pequeño mareo y me senté para abanicarme.
Escuché la puerta y los nervios no ayudaron a intentar calmar esta fatiga.

-Mmm... ¿eso que huelo son velas aromáticas? - escuché como llegaba a la salita. - ¿Qué celebramos hoy? ¿cielo? - me encontré con su mirada preocupada y se acercó rápidamente dejando sus pertenencias por los suelos. - Amor ¿qué pasa? - empezó a chequearme.

Respiré profundamente y agarré el vaso lleno de agua que había sobre la mesa, tomé un poco e intenté calmarme.

-Ya está... - intenté hablar mientras calmaba ese pequeño dolor que sentía en el pecho.

-¿Qué ha pasado? - acarició mi mejilla.

-Tenemos que hablar. - su semblante cambió completamente quedando pálida. - No no mi amor, no te preocupes. - la abracé por el cuello y le dejé un pequeño beso. - Solo tengo que comentarte algo.

Ella asintió un poco más relajada pero aun se le notaba el miedo y preocupación en sus ojos.

-Siéntate por favor.

La cena iba pasando poco a poco, intentando relajar el ambiente pero sabía que estaba nerviosa, podía notar como movía su pierna sin parar y daba pequeños golpes con sus dedos sobre la mesa.

-Ya basta, ¿puedes decirme qué sucede? - comentó desesperada.

-¿Recuerdas cuándo me hice las analíticas? - ella asintió levemente. - Tenía fatiga, mareos...