Dua Lipa

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Segunda parte.

Narra Dua.

Con este van 4 meses hablando con ___, quedando y compartiendo momentos.
La he sentido más caballerosa y de vez en cuando algo coqueta pero nunca pasaba de un par de palabras.

Me encontraba de vuelta en Los Ángeles después de hacer un par de cosas en Londres, no le avisé de cuando volvía, por ello me encontraba en la puerta de su casa para darle una sorpresa.

-¡Mami mami! ¡Dile algo! - escuché a una gritar y luego reír.

Fruncí el ceño y miré un poco por la ventana del lado, podía apreciar como ____ sujetaba a una niña y le hacía cosquillas.

-Pídeme perdón. - dijo mirándola.

-No... - negó con una sonrisa.

No quería confundir las cosas pero la niña tenía un cierto parecido a ella y eso me hizo temblar un poco y comenzar a sentir algo en mi pecho se hacía pequeño.

Podía notar cierto ambiente familiar y sola empecé a cuadrar e hilar cosas, ¡claro! Negué y me di la vuelta para volver a mi casa.
Qué estúpida yo, como no lo pensé antes... Ella ya tiene su propia familia, lo típico, vuelves y tienes a tu hija ya mayor.

...

Bufé y apagué el móvil para tratar de concentrarme un poco. ____ no había parado de hablarme y llamarme, que descarada.

Había pasado cerca de un mes desde que la vi en su casa y ella empezó a llamarme para saber como estaba pero nunca llegué a contestar. Lo que no entiendo es como no se ha cansado de que la ignoré, ¡y más teniendo esposa e hija!

-Dua hay alguien en la puerta del edificio intentando entrar, dice que necesita hablar contigo y que no se va a ir hasta que lo hagas.

-No me lo puedo creer. - murmuré.

-No importa, la policía ya está de camino para que se la lleven.

Alcé las cejas. - ¡No! Dile que venga.

-¿Segura? - preguntó confundido.

-Sí, es una conocida, no me pasará nada.

Él asintió y salió a por ella.

Me senté en el pequeño sofá del estudio para agarrar de nuevo mi libreta.

-¡Sueltame por dios! - escuché su queja mientras entraba en la habitación.

-Si necesitas algo estoy en la puerta. - miré a mi compañero y asenti para ver como cerraba la puerta.

-¡Hasta que te dejas ver! - la miré alzando las cejas. - ¿Por qué no me contestas?

-Estaba ocupada. - respondí de mala gana.

-Oh, vaya perdóneme usted señorita no tengo tiempo para nadie. - frunció su ceño. - Estaba preocupada por ti pero parece que solo estaba haciendo la idiota.

-Pues tal vez sí. - gruñí.

-¿Perdona? - abrió la boca molesta.

-Yo no soy la que va de flor en flor cuando ya está ocupada.

-¿De qué diablos hablas?

-Hace un mes fui a darte una sorpresa pero me la llevé yo al verte con tu hija.

-¿Mi qué? - frunció el ceño.

-No te hagas la que no sabes, eso ya no te sirve. - me levanté cruzandome de brazos.

-Dua creo que no te estoy entendiendo, ¿qué hija?

-¡Pues tu sabrás!

-¿Pero cómo que yo sabré? ¿te estás escuchando? ¿En qué momento de mi vida he podido llegar a tener una hija?

-¡Yo qué sé joder! ¡Yo solo fui y te vi por la ventana con una niña y una chica siendo la familia perfecta!

Ella solo me miraba con el ceño fruncido y en silencio.

-No te puedo creer... - relajó su expresión, suspiró y se sentó en el sillón.

-¿Qué haces?

-Es mi sobrina Dua. - me mira. - Me viste con mi sobrina y mi hermana. - rodó los ojos. - ¿En serio me dejaste de hablar por eso?

Me quedé mirándola sin saber que decir.

-Yo pensé...

-Tú pensabas... - rió. - Pensaste mal.

Mordí mi labio y me senté en el sofá mirando mis manos, cerca de 5 minutos en silencio para escuchar su suspiro.

-No merece la pena que me enfade por esto. - me miró. - Podría, pero se que la vida puede llegar a ser muy corta y... - jugaba con sus manos nerviosa. - Y tú... - suspiró. - Tú has comenzado a generar sentimientos en mí. - mi corazón comenzaba a latir fuerte. - Me sentí tan mal cuando empezaste a ignorarme...

-Lo siento... - murmuré nerviosa.

Se estaba declarando cuando yo fui una mierda con ella.

-No importa. - negó y se levantó para sentarse a mi lado y agarrar mis manos con suavidad. - Tan solo quería sentirme mejor diciéndote que.. bueno - miró nuestras manos y luego a mis ojos. - Estoy empezando a enamorarme de ti.

Su mirada era tan sincera y profunda, mi cuerpo estaba comenzando a experimentar tantas emociones a la vez que tenía miedo de colapsar en cualquief momento. Mis manos encontraban el calor en las suyas y mis ojos podían profundizar en los suyos, todo esto era nuevo para mi.

-No quiero que me digas que me correspondes. - volvió a hablar. - Solo me gustaría que lo supieras.

Parecía que me había robado el aliento, no me encontraba capacitada para hablar, en un acto de valentía tan solo me acerqué y junté nuestros labios.

-No.. Dua no es... - volví a besarla esta vez llevando una de mis manos a su nuca para que no se separe.

Al entender la indirecta ella siguió el beso con suavidad. Suspiros salían inconscientemente de mi, ella con cuidado llevó sus manos a mi cintura y me sentó sobre sus piernas.

-Dua necesito que me digas que tie... oh, perdón. - mi compañero de producción entró a la sala interrumpiendo. - Veo que estás... bueno luego te digo. - dijo sin mirar y salió cerrando la puerta de nuevo.

Bufé mirando la puerta al ser interrumpida, escuché su risa y me giré para mirarla.

La vi lamerse los labios. - Cereza, me gusta.

-Puedo darte más para probar. - acaricié sus labios con suavidad.

-Mmm.. me encantaría. - dijo mientras besaba mis dedos.

Sonreí y volví a atacar sus labios, aunque solo fue cuestión de tiempo y sentir como besarla se quedaba corto.







Me estáis mal acostumbrando a hacer segundas y terceras partes.
Pero me es inevitable dejaros a medias. ☕

Estoy tratando de aprovechar al máximo el poquito tiempo que tengo antes del viaje espero que eso no afecte a las historias y las estéis disfrutando igualmente. Os quiero mucho y cuídense! 💜

One shots (Famosas y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora