En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía...
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*******************ANDY*******************
Después de estar viendo televisión un momento con Jake, entré a mi oficina para alistar mi presentación para las audiencias de mañana, pensé que tardaría, pero gracias a las notas e informes de Giselle fue más rápido, en serio adoraba que ella estuviera tan metida en el tema, su sentido de la responsabilidad y eficiencia, fui a dormir temprano.
A la mañana siguiente, me desperté temprano para darme una ducha rápida y cambiarme, fui a levantar como de costumbre a Jake, lo ayudé a bajar, él ya estaba recuperado casi al 100%, el olor al café recién hecho inundó mis fosas nasales, me acerqué a la cocina y vi a Laurie sirviendo una taza de café.
- Buenos días, Andy, tu café ya está listo – me dijo, creo que seguía durmiendo porque Laurie hace mucho que dejó de hacer esto, me extendió la taza – ¿Andy?
- Sí, gracias – contesté tomándola, ella sonrió, Laurie está tan extraña que me está dando demasiado qué pensar, revisaba mis notas mientras bebía la taza de café de pie, lo terminé después de unos minutos.
- No te preocupes, yo la lavo tengo un par de minutos extras – me dijo sin dejar de sonreír.
- No es necesario, Laurie – contesté mientras empezaba a lavar la taza y dejarla a un lado sequé mis manos y empecé a ajustar mi corbata, pero las manos de Laurie ocuparon ese espacio.
- Déjame ayudarte – dijo mientras terminaba de ajustar la corbata por mí, yo miré a otro lado y dejé los brazos extendidos porque esto era de cierto incómodo ya que Laurie no invadía mi espacio personal hace mucho tiempo, bueno desde anoche – ya está – contestó y en un rápido movimiento, se empinó para darme un beso en la mejilla – ten un buen día, Andy.
- Gracias, Laurie, tú igual – dije dándole un par de palmaditas en los hombros para alejarme de ella, me topé con Jake quien también estaba tan extrañado como yo – adiós, amigo, si necesitas algo, llámame – le dije para salir e ir al trabajo, llegué al despacho y observé las cosas de Giselle en su lugar, pero no a ella, dejé mi abrigo y saco sobre el colgador, cuando entré a mi oficina, observé un vaso alto de café de Joe que Giselle había traído para mí, aún estaba caliente, pero lo que llamó más mi atención fue que tenía una nota adhesiva pegada con un par de labios color rosados y al reverso decía "Para empezar bien el día – G.Q.", sonreí y guardé la nota en el bolsillo de mi camisa, me senté en mi silla para seguir leyendo mientras bebía mi café y al par de minutos, entró Giselle – buenos días, preciosa – la saludé, ella se acercó a mí y retrocedí mi asiento para hacer que se sentara sobre mí.
- Buenos días, Sr. Barber – dijo traviesamente, le sonreí y acomodé su cabello detrás de su oreja para besarla, un beso de ella por las mañanas es mejor que el café – si alguien nos ve, estaríamos en problemas.
- Lo sé – respondí.
- Pero eso lo hace más excitante – dijo para tomarme de las mejillas y besarme mientras peinaba suavemente mi barba, su cercanía hacía que mi miembro empezara a endurecerse, ella lo sintió – ¿acaso también quiere darme los buenos días? – reí.
