En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía...
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*****************ANDY*****************
El sonido de la música retumbaba en mis oídos, mi cuerpo vibraba, pero no por la música sino por la mujer que tenía frente a mí bailando junto a mí, mis caderas seguían el compás de las suyas, mis manos recorrían la figura de su cuerpo mientras la pegaba más hacia mí, su inconfundible aroma inundaba mis sentidos, deslicé mis labios por su cuello y hombros descubiertos, la tenía abrazada por la cintura, mis manos se deslizaban por su abdomen estrujando su cuerpo, su mano acariciaba levemente mi cuero cabelludo, no quería dejarla ir nunca, podía quedarme toda la maldita noche bailando con ella así.
- Te amo, Andy – dijo susurrando contra mi oído.
- Yo también, te amo, preciosa – respondí para besar su frente.
- ¿Me quieres llevar a tu auto? – preguntó, reí suavemente entendiendo lo que quería, yo también tenía muchas ganas de ella después de haber sentido su trasero rozar contra mi miembro muchas más veces de las que conté.
- Estabas tardando en pedirlo – le dije, ella sonrió, tomó mi mano para guiarme hacia la salida, ella le hizo una seña de despedida a Jace, él asintió y sonrió ampliamente cómo si supiera lo que está por pasar, entramos al auto y jamás había agradecido tanto tener lunas polarizadas, ella se colocó sobre mí para tomarme de las mejillas y besarme desesperadamente, mis manos se deslizaron por sus muslos para ir subiendo por debajo de su vestido, mis labios descendieron por su cuello para besarlo con cierta fiereza, y es que todo de ella me enloquecía, ella gemía contra mi oído mientras meneaba sus caderas contra mi miembro endurecido, estaba por bajar el cierre de mi pantalón hasta que alguien tocó mi ventana, Giselle y yo nos miramos, aparentemente el estacionamiento estaba vacío, pero no tanto, nosotros nos habíamos fijado antes, no nos arriesgaríamos tanto, alcé mi vista era Neal, felizmente él no nos podía ver, inmediatamente Giselle se trasladó al asiento trasero y esconderse, acomodé mis pantalones y cabello, abrí de la puerta del auto para bajar.
- Sabía que era tu auto – me dijo – no sabía que Laurie y tú venían a estos lugares – la pequeña probabilidad de que Neal pudo verme bailando con Giselle realmente me asustó, ya que tendría mi mejor secreto guardado para destruir mi oportunidad y cualquiera que se le pueda presentar a Giselle.
- Solamente querías decir eso – le dije fastidiado.
- Sí y que deberías tener cuidado, nuestro futuro fiscal del distrito no puede dar espectáculos.
- ¿A qué te refieres? – pregunté.
- Por favor, Andy, tu auto se movía demasiado para estar parqueado.
- Solo estaba buscando mi teléfono, Neal, se cayó y no he arreglado las luces interiores, a todos nos puede pasar estos pequeños accidentes, me hace recordar a aquella vez que tuviste un episodio similar en la cena navideña de hace dos años ¿la recuerdas? – él sonrió, los rumores decían que él tenía una relación clandestina con su antigua asistente, yo jamás abrí la boca porque simplemente no era mi asunto.
