En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía...
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*************GISELLE*************
Era 04 de julio, todos estaban felices y reventando fuegos artificiales, Jace y Danny traían atuendos que me hacían recordar a Lady Gaga y Beyonce en Telephone, habíamos salido de Newton junto a Marcus y Luisa, estábamos en una casa en Martha's Vineyard.
- ¿Podrías dejar de ser Tristeza solo hoy? — me pregunto Jace, le di un sorbo a mi botella de cerveza.
- Si me das otra de estas — le dije.
- No lo creo, muñeca — dijo Marcus poniendo su brazo sobre mis hombros — ya has tomado muchas de estas — Jace suspiró aliviado — vamos a dar un pequeño paseo, así se te baja el alcohol, y te prometo una ración doble de papas — asentí — los vemos luego, iremos por más pan para la parrilla — me paré y lo seguí, me puse mis lentes de sol.
- Gracias — dije cuando Marcus me extendió un helado en cono que compró para mí.
- De nada — respondió mientras caminábamos por la orilla — ¿Cómo sigues?
- Estar en un lugar así solo me hace extrañarlo más — respondí con melancolía mientras observaba el mar, pensé en nuestros días en Mexico, me llevé mi mano al pecho ya no traía el collar, Marcus se puso delante de mí.
- Hey, ya no pienses en él — me dijo tomándome de la barbilla, una pequeña ráfaga de viento alborotó mi cabello, me ayudó a acomodarlo — no sé qué más decirte, muñeca, puedo quedarme en silencio admirándote y conoces la razón, pero sería muy egoísta hablar sobre mis sentimientos por ti cuando tú estás así.
- Ya lo estás haciendo — solo me empiné para darle un beso en la mejilla y seguir caminando, al menos aquí podía caminar tranquila en Newton se me era difícil ya que al parecer había cosido una A en color escarlata a mi ropa sin haberme dado cuenta.
Al día siguiente volvimos a Newton, y la letra A mágicamente apareció otra vez, ella es la amante de Barber era lo que solía distinguir en los murmullos de las personas, las mujeres se aferraban a los brazos de sus esposos como si pensaran que se los fuera a quitar. No sabía nada de Andy o alguien del clan Barber desde que renuncié, eso era algo bueno pero al mismo tiempo me moría por verlo aunque sea solo una vez más.
- Otra cerveza — le pedí a Joe, aquí era el único lugar donde nadie se atrevía a murmurar ya que Joe y Sophi habían pedido respeto.
