En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía...
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- ¿Quieres que lo hagamos de la manera fácil o difícil? — le pregunté al sujeto que estaba identificado como Ian, tenía un extenso historial en la base policial.
- Quiero a mi abogado — respondió.
- Lo mismo dijo la última persona que estuvo involucrada en hechos similares, te diría que se lo preguntes, pero se ahorcó en su celda hace tres días, creo que el abogado que le contrataron no era tan bueno, al menos para él.
- Esperaré a mi abogado — dijo.
- Espero que no te arrepientas de esa decisión porque yo puedo ofrecerte sacarte de aquí, pero esta oferta expira en el momento que tu abogado cruce esa puerta — dije señalándola — y sabes que puedo hacerlo, soy el maldito fiscal — él seguía callado — bueno espera a tu abogado — me paré.
- Un momento — dijo antes de que tocara la manija de la puerta — ¿desaparecerás todos mis cargos?
- Puedo hacerlo, pero solo te dejaré ir, nadie lo sabrá así podrás esconderte porque estoy seguro de que esa persona irá por ti — él suspiró.
- Me contrató Davis Harris, él trabaja como agente de seguridad de un club.
- ¿El Sol caliente?
- Sí, ese, ahora déjame salir de aquí.
- Primero dejaremos que te vea el abogado que enviaron para ti, hay que hacerle creer que no hablaste para que tengas tiempo para marcharte de aquí, y necesito tu declaración firmada — él asintió.
Dejé que el abogado hiciera su trabajo, luego de que se fue, Ian colaboró firmando su declaración y respondiendo todo lo que le pedí, me encontré con Duffy.
- Te dije que hablaría si le ofrecía eso — le dije.
- Sí, pero lo dejaste ir.
- ¿Cuánto tiempo crees que tenga antes de que lo encuentren? Yo digo que máximo una semana, conocemos los recursos de Diesel, ese hombre marcó su destino al aceptar ese trabajo, ya no tiene libertad — le entregué la copia de la declaración — tenemos un nombre, dame algo bueno para que te dé una orden de arresto — ella asintió.
- Quizás deberías ir por Giselle, el agente que tomó su declaración dice que la sintió nerviosa y con esto no digo que apruebe lo qué pasa entre ustedes porque es algo que no puedo entender, pero como ya lo sabes, le tengo mucho cariño y creo que ella te necesita en estos momentos — le sonreí levemente.
