En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía...
- Sí, estoy bien, gracias – respondí – creo que solo comí muy rápido.
- ¿Está bien, Sr. Barber? – preguntó inocentemente Giselle – ¿no desea una copa de Chardonnay? – extendió su copa hacia mí.
- No, gracias, Srta. Quintanilla, agradezco su preocupación – respondí mientras pasaba suavemente la servilleta de tela por mis labios – creo que deberíamos apurarnos un poco – dije viendo mi reloj – tenemos asuntos importantes que resolver en el Despacho.
- Sí, señor – dijo ella para seguir comiendo mientras se miraba con Jace, me gustaría saber qué es lo que ambos piensan.
- De acuerdo, antes de que se vayan, quiero aprovechar y comprometerlo, Sr. Barber para que asista a mi siguiente evento este sábado junto a su familia, nada me hará más feliz que ver a la familia Barber presente, en tampoco tiempo me he encariñado con Laui, y sobre todo quiero agradecerle por tener la paciencia más grande del mundo, teniendo a mi hija como su asistente, ella es algo difícil – vi a Giselle, ella rodó ligeramente los ojos.
- Iré con mucho gusto, Sra. Quintanilla, agradezco su aprecio por mi familia, pero en cuanto a la Srta. Quintanilla, déjeme decirle que no tengo ninguna queja sobre su trabajo u otro aspecto, Giselle es lo mejor que me pudo pasar – dije viéndola, ella sonrió – en mi vida laboral, y la curva de eficiencia de mi Despacho, lo demuestra – dije viendo a Virginia para evitar cualquier malentendido – ella tiene asegurado un buen futuro, estoy seguro de que conseguirá mantener el intachable legado de Santos, Giselle es grandiosa en lo que hace.
- Si usted lo dice es porque así será, Andy – respondió Virginia como si nada, si alguien hubiera dicho algo así de mi hijo, yo hubiera inflado el pecho de orgullo, pero Virginia, no, ella siguió bebiendo su vino, Jace acarició levemente la mano de Elle para que siguieran comiendo en silencio, terminamos de comer y salimos para esperar el auto de Virginia, Laurie se ofreció a llevarnos, pero dije que no, sabía que Giss no necesitaba más dosis de Gini y Laui, así que pedimos un taxi junto a Jace, Virginia se llevó a un lado a Giselle para hablar, me quedé con Jace.
- Ya suéltelo, Sr. B – me dijo – quiere saber qué pasa entre Elle y su madre ¿verdad? – asentí – Virginia siempre quiso que Elle fuera la siguiente Gisele Bündchen o la siguiente Lupita Jones, eso no está mal, pero es que esos eran los sueños de ella, Virginia era modelo de una agencia conocida en New York cuando conoció a Santos – eso no lo sabía – ¿sabía que Giselle fue Little Miss Massachusetts 2003? – negué con la cabeza – al principio era divertido para Elle, pero después no, Virginia se convirtió en esas madres que salen en Miss Little Perfect, felizmente Santos intervino, el problema está en que Virginia siempre ha sido exigente con Giselle y ha esperado cosas de ella que sabe muy bien que Elle no hará, por eso ella se define como la decepción de su madre, a Elle siempre le gustó la idea de ser una abogada y yo su mejor amigo de toda la vida, lo puedo asegurar, por eso se llevaba tan bien con Santos, dejaba que fuera ella misma, compartían los mismos gustos, no la presionaba, él amaba tanto a Elle, la apoyaba en todo lo que ella se proponía e incluso la paraba cuando sabía que estaba yendo demasiado de prisa, lo hacía para cuidarla, la mayor detractora de su vida ha sido su madre, Elle dice que no le importa, pero sé que sí, después de todo es su mamá.
