En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía...
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- ¿Andy? – preguntó Duff en voz alta sacándome de mis pensamientos.
- Perdón, Pam, estaba pensando en un caso – respondí invitándola a sentarse, lo hizo.
- ¿Seguro? – preguntó.
- ¿En qué más podría estar pensando? – pregunté sonriendo.
- No lo sé, dímelo tú, Andy, te ves muy feliz para ser un futuro hombre divorciado.
- Estás exagerando, Duff, solo estoy más tranquilo.
- Es que hago una comparativa a cuando me contaste de que tenías la sospecha de que Laurie te pediría el divorcio y te ves feliz.
- Son ideas tuyas, Duffy – respondí tomando el último informe que me entregó sobre Diesel – dime cómo van esas investigaciones.
- Te lo comentaré, pero antes déjame decirte una cosa, no quiero decepcionarme de ti, Andy, te conozco hace mucho tiempo, eres una buena persona, pero no estás libre de caer en tentación, sé que Giselle es una chica muy interesante y puede resultar atractiva para cualquiera, sobre todo pasando tanto tiempo juntos, pero no debe serlo para ti, eres su jefe, Andy, y sigues casado, no metas en problemas a Elle, recuerda, pueblo chico, infierno grande, y tú ya has vivido eso en carne propia.
- No pasa nada entre Giselle y yo – le mentí para empezar hablar sobre el caso, el sobrenombre que nos había dado Giss fue de gran ayuda para que Duff pueda hacer una base de víctimas, además de que Marcus había conseguido el testimonio anónimo de dos víctimas, pero solo identificaban por el apodo, más no por el nombre o fotografía, pero Duff dice que al menos ya sabe en qué área puede empezar a cavar.
La mañana transcurrió rápido después de la visita de Duff, no le pedí ayuda a las amigas de Giss por más que la ofrecieron, hice una videollamada con Giss a la hora del almuerzo, solo había estado unas cuantas horas sin ella y se sintieron una eternidad. Saliendo del trabajo, fui a verla como lo prometí, me quedé con ella hasta una hora prudente, ya que podía notar que estaba cansada, dijo que su mamá había estado toda la tarde junto a ella, me despedí de ella con un largo beso, dejándola en su cama, volví a casa.
- ¿Es cierto que Giselle tuvo un accidente? – me preguntó Jake ni bien crucé la puerta.
- Sí – respondí – pero tranquilo, está bien y en casa – le dije, Laurie estaba detrás de él.
- ¿Puedo ir a visitarla? – preguntó.
- Claro que sí, pero ya será mañana, ahora está descansando, la llamé hace un momento cuando salí de la oficina.
- Entiendo ¿y podrías darme su número? Así podría llamarla mañana para saludarla.
- De acuerdo, amigo ¿ordenamos algo para cenar? – le pregunté mientras me quitaba mi abrigo.
