En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía...
MARATÓN (2/3) POR EL CUMPLEAÑOS DE NUESTRO CHRIS EVANS QUE CON O SIN BIGOTE ES HERMOSO 💙❤️⭐
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*******************ANDY*******************
- Espera, no – oí la voz de Giselle al otro lado de la puerta, intenté abrirla, pero estaba trabada con seguro, empecé a empujarla dándole golpes con mi pie hasta que logré abrirla, observé que el dueño del lugar tenía a Giselle contra la ventana intentando alzarle el vestido.
- ¿Qué haces aquí? – me preguntó el hombre – ¿Quieres una mujer? Búscala abajo, ésta zorra provocadora es mía – odié que llamara a Giselle así por lo que me abalancé contra él para quitarlo de su lado y darle un golpe con mi puño en la cara, Giselle se movió hacia un lado, él se levantó y me devolvió el golpe, sentí el sabor de la sangre en mis labios, cuando iba a devolverle el golpe, sentí que alguien me tomó del brazo, los guardias, dos guardias habían regresado, ambos me sujetaron de ambos brazos, y el jefe del lugar, Diesel, me dio un golpe en la boca del estómago, pero antes de que pudiera darme otro golpe cayó a mis pies luego del sonido del cristal rompiéndose, Giselle había tomado un cenicero y lo había roto contra su cabeza, uno de los guardias iba a golpearla, lo jalé de la camisa para empezar a golpearlo, pero el otro se contra Giselle, ella soltó un quejido de dolor cuando su cuerpo chocó contra la pared, observé que la tomó del cuello, dejé inconsciente al otro guardia para ir a ayudar a Giselle, el destello de una luz blanca y sonido de un fluido eléctrico hice que retrocediera, el guardia cayó al piso, noté que Giselle tenía un pequeño paralizador en su mano, tomé su otra mano para salir del lugar rápidamente, observamos a Jace en el escenario, le hice una seña para irnos.
- Bueno, debo ir a otro cumpleaños, que lo sigas cumpliendo feliz, Penélope, y que jamás abrevien tu nombre – dijo para dejar el micrófono y salir corriendo detrás de nosotros subí con Giselle a mi auto, y Jace al suyo, durante el camino, nos fijamos que nadie nos siguiera, nos encontramos en el estacionamiento del edificio de Giselle, subimos en silencio hasta el apartamento – ¿estás bien? – le preguntó a Giselle
- Sí – respondió, Jace la abrazó.
- Perdón, es que estaba preocupado por ti, te llamaba y no contestabas – le dijo mientras aún la tenía entre sus brazos – no vuelvas a hacer algo así, me asustaste.
- Estoy bien, Jace – ella posó su vista en mí.
- Creo que es mejor que me vaya, vengo a verte mañana – se despidió de ella.
- ¿Qué intentabas conseguir? – le pregunté molesto.
- Información – respondió – y la conseguí, tengo la certeza de que es algo más que un simple homicidio, Andy, puede ser un caso importante – suspiré al notar ese entusiasmo en sus ojos por querer descubrir la verdad, me recordó a mí a cuando recién empezaba en esto, coloqué mi mano en su mejilla.
