Capítulo XXVII: No juegues conmigo

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- Llegué – dije mientras me acercaba a Jace para saludarlo.

- Te ves lista para matar – dijo, reí, me senté frente a él.

- Tú igual, cuéntame ¿Dani se puso celoso? – pregunté mientras divisaba a alguien para pedir la botella de tequila, obtuve su atención.

- Un poco, casi no vengo porque se puso en modo león salvaje – reí – prometió venir a recogernos porque sabe que Jace más Elle más Tequila es igual a café cargado y bolsas de agua fría sobre la cabeza al día siguiente – volví a reír, ordenamos la botella de tequila, la trajeron con limones cortados y sal, sabía que estaría totalmente ebria cuando ya no requiera ni limón ni sal para beber el tequila.

Jace y yo empezamos a hablar sobre temas random que solo los dos podríamos entender, ya íbamos por la mitad de la botella, discretamente miraba mi teléfono, había subido algunas historias a mi Instagram con Jace con la esperanza de que Andy las viera, pero si había vuelto a ser el esposo modelo del que todos siempre me hablaban, lo dudo mucho.

- Deja tu teléfono – me resondró Jace – ya sé lo que haces, quieres saber si Andy ha visto alguna historia, pero ya olvídate del Sr. B, lo viste en la mañana está con su familia, lo lamento, Elle, sabes que estoy para ti, pero también es mi deber como mejor amigo es decirte la verdad, sino te la digo yo ¿Quién más lo hará?– suspiré para beber otro shot de tequila.

- Tienes razón pero ¿Quién me manda a pasarme de pendeja? – dije, Jace rio.

- Te lo dije, Giselle María – dijo Jace sonriente – en español suena mejor.

- No porque sonaste igual a mi madre – reímos los dos – pero, en serio, es que – me serví otro pequeño shot – nunca había conocido a nadie como Andy, él y yo éramos perfectamente compatibles en la cama hasta fuera de ella.

- Pues conociste a la persona indicada en el momento equivocado, Elle, suele pasar.

- ¿Cómo me quito a Andy Barber de la cabeza?

- Será difícil pero qué tal si empezamos bailando – dijo parándose mientras extendía su mano, la tomé, pero antes de ir a bailar, bebimos otro shot, me quité la chaqueta y empecé a bailar junto a Jace, después de ello, volvimos a nuestra mesa, para seguir hablando de otro tema que no sea Andy, terminamos la botella de tequila, pedimos otra junto a unas guarniciones.

El resto de la noche empezó a pasar como una cinta de película rápida con partes que le faltaban, recuerdo que un grupo se unió a nosotros en un momento, recuerdo haber pedido otra botella de tequila, la cual bebí sin limón y sal, también recuerdo haber estado bailando sola y otras veces acompañada por Jace.

- Buenos días, bellos durmientes – dijo Dani por la mañana.

- Carajo – gruñí, cuando me levanté de golpe, mi cabeza dolía, estaba en el apartamento de Jace, vi a Dani con dos tazas de café.

CULPABLE (CON ANDY BARBER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora