Alguna vez; Historias sobre él <3 [Edmund Pevensie]

Edmund Pevensie: Tu decides + [Terminada]

Aneliz.

—Arriba o abajo —pregunto mi novio.

—Arriba —contesté.

—A dentro o afuera? —volvio a preguntar.

—A dentro... —dije algo dudosa por mi decisión —No, mejor afuera —dije y me miró con una sonrisa.

—Vas tu —me dijo.

—Dormido o despierto? —le pregunte.

—Despierto —contesto mi pregunta.

—Rubia o castaña? —volví a preguntar.

—Tú... —dijo mirándome mientras sonreía.

—Ed... —lo regañé.

—Bien... Castaña —dijo.

—Mmm... Mayor o menor? —le pregunte.

—No puedo decir que tú? —me pregunto y lo mire mal —Bueno, bueno, de mi edad, aún que un poco mayor, tu eres mayor que yo por unos meses no? —me pregunto y sonreí.

—Si... —le dije mientras seguía sonriendo —Vas... —le dije.

—Te puedo besar? —pregunto y lo mire.

—Si... —conteste algo sonrojada mientras miraba hacia otro lado, se acercó a mi y dejo un beso en mis labios para después sentarme a horcajadas de el, me siguió besando y de la nada sentí como comenzó a moverme arriba de el, comencé a soltar pequeños gemidos en su boca y el comenzó a moverme más rápido, Ed comenzó a besarme el cuello y escuché como soltó un gemido haciendo que se mi piel se erizará.

Edmund no era de soltar gemidos y cuando lo hacía eran muy pocas veces o era por qué estaba muy exitado, porque le estaba gustando mucho o porque tenía muchas ganas.

—Ed... —lo llame y el siguió besándome y moviéndome —Ed... —lo volví a llamar y entonces escuché como soltó otro gemido en mi oreja.

—Más... —me dijo y sentí como metió sus manos a mi blusa y comenzó a apretarme los senos haciendo que comenzará a soltar gemidos.

—Edmund... —lo llame nuevamente y sus manos masajeaban mis pechos.

Dios se sentía tan bien.

El me quito la blusa, bajo sus manos a mis caderas y siguió moviéndome sobre el cada vez más rápido que antes, haciendo que la tensión creciera, tome sus mejillas y lo besé haciendo que sus manos subieran a mi cintura, le quite la camisa y comencé a besar su cuello haciendo que el soltará más gemidos.

Ya no sé quién de los dos está soltando más gemidos, si el o yo.

Baje mis manos a sus pantalones y comencé a desabrocharlo, el solo miraba como poco a poco le desabotonaba sus pantalones.

Pero claro el es edmund Pevensie y no iba a dejarse controlar tan fácilmente.

Antes de que pudiera hacer algo más el quitó mis manos de sus pantalones y comenzó a quitarme la falda, cuando terminó me quito el sostén y ya iba por las bragas pero lo detuve.

—Tranquilo pevensie... —le dije con la respiración algo agitada y el solo me miró —Tranquilo... —le dije, el solo me miraba.

Mierda se veía tan sexy, su pecho subía y bajaba por su respiración la cual se encuentra irregular, su cabello se encontraba revuelto y su pecho estaba descubierto.

—Puedes dejarme seguir y no interrumpirme? —me pregunto y salí de mi trance.

—Si, solo disfruta, vas un poco rápido —le dije pero a él le valió muy poco lo que le dije, me tomo de las mejillas y me besó, era un beso desesperado, como si algo en el quisiera más como si anhelara y rogará por más, el me quito de sus piernas y se quitó los pantalones quedando en ropa interior.

Lo mire e inconsciente pase mi lengua por mis labios, el me miró de una manera tan indescriptible, su mirada transmitía lujuria y deseo a la vez, sus ojos tenían un pequeño brillo, transmitía felicidad pero también anheló, amor, tranquilidad pero también desesperación y también seguridad, eran muchas emociones en una sola mirada.

El me tomo de la cintura y me quito las bragas, lo único que yo podía hacer era míralo a los ojos, mirar ese brillo que tenían sus ojos, me sentó arriba de el y sentí como entro en mi haciendo que arqueara mi cabeza por el placer, no me movió, no hizo nada por unos segundos pero poco después comenzó a moverme lentamente y cada vez aumentaba la velocidad, metí mi cabeza en el hueco que había entre su cuello y su clavícula, soltando un jadeo, el me movía cada vez más rápido haciendo que el placer aumentará más.

—Ed... —lo llamé y el me miró —Te amo... —le dije el me regaló una de sus hermosas sonrisas y dejo un beso en mi mejilla.

—Yo también te amo linda —me dijo y arquee la espalda.

—De verdad te amo... —le dije y volví a esconder mi cara en el hueco de su clavícula y su cuello, el de repente me detuvo y me miró.

—Todo en orden preciosa? —me pregunto algo preocupado.

—Si, tu sigue si —le dije pero el me ignoró.

—Segura? —me pregunto y asentí, el siguió moviéndome pero ya no muy convencido.

Lo mire y sus ojos ya no transmitían lo mismo que antes, el anhelo y el deseó habían sido cambiados por preocupación, ese brillo que tenía en sus ojos se había ido, sus ojos parecían perdidos como si estuviera en un trance y estuviera pensando.

—Ed... —lo llamé y comencé a cambiarme —Ey! Ed! —lo volví a llamar pero su mirada simplemente parecía perdida.

—Oye, si puedo besarte? —me pregunto edmund de la nada y solo lo mire algo confusa.

—Mande? —le pregunté y el sonrió divertido.

—Que si te puedo besar... Todo en orden? —me pregunto.

Que diablos?

Estaba alucinando o imaginando?

El y yo no?

—Si, todo en orden —le dije, me regaló una de sus sonrisas, se levantó de la cama, dejo un beso en mi cabeza y salió de mi habitación —Ed... —lo llamé y el me miró —Tu y yo no... —intente decirle pero el me miró confuso.

—No que? —me pregunto.

—Nada, olvídalo... —le dije y le regale una sonrisa, el me la devolvió y se fue a su habitación.

Sigo sin entender que pasó.

Fue una fantasía?

Fue imaginación mía?

Una visión?

O simplemente estoy quedando loca.

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Por si las dudas: aún que no lo suela poner en los capítulos esos dos si usan protección.

Espero que les guste el capítulo.

Fue algo confuso pero quiero que saquen sus deducciones.

A.T.N