Edmund Pevensie: ¿No he dado lo suficiente? [CAPITULO EXTRA]

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CAPITULO EXTRA.

Edmund.

—¿Estas bien? —le pregunté.

Llevaba un rato callada y estuvo muy apagada el día de hoy se notaba triste y no era el único que lo había notado, mis hermanos me preguntaron si había peleado con ella pero sus preguntas fueron contestadas cuando vieron que ella no estaba enojada conmigo.

Me estaba dando la espalda, estaba acostada, la moví para poder mirarla y vi su rostro, estaba lleno de lágrimas, me miró, sus ojos estaban rojos e hinchados.

—¿Que tienes mi vida? —le pregunté y me miró aún llorando.

Me acerqué a ella y la abracé, no tardó ni un segundo en reaccionar y me abrazó ella de vuelta, pego su cara en mi pecho y sentí como mi camisa comenzaba a mojarse por sus lágrimas, comencé a acariciar su cabello en un intento de tranquilizarla.

—Ya no puedo, te juro que lo intento pero no puedo ed, estoy cansada —me dijo aún llorando mientras se aferraba a mi.

—Aneliz, mi niña, se que es difícil pero vas a salir adelante —dije y negó.

—No puedo, ya no quiero —dijo e hice que me mirara y limpié sus mejillas.

—Vamos a salir adelante lo prometo —dije y negó repetidas veces.

—No... Ya no quiero, ya me cansé, me duele —dijo y le regalé una sonrisa.

No me hagas esto mi pequeño ángel.

—Tu puedes, yo estaré contigo, yo estaré a tu lado —dije bajo su mirada.

—No me hagas esto edmund —dijo y negué.

—Por favor aneliz... —dije y negó.

—Estoy cansada, te lo juro —dijo mientras lloraba.

—Te amo... ¿Lo sabes verdad? —dije y limpio sus lágrimas.

Negó, la mire y volvió a negar.

—No puedo, simplemente no puedo —dijo mirándome —Yo también te amo pero ya no puedo.

Tú puedes, yo lo sé.

No me dejes.

—Yo estaré contigo, se que tus padres no lo hacen pero yo sí, yo estaré contigo siempre —dije mientras tomaba su mejillas.

Me abrazó y recostó su cabeza en mi pecho, no dijo nada, siguió llorando por un largo tiempo y solo me dediqué a abrazarla.

Me duele vivir... —susurro.

Cerré mis ojos y sentí como una lágrima callo por mi mejilla.

No quiero dejarte ir.

Eso estaba mal y lo sabía, la estaba obligado a seguir adelante aún cuando ya me había dicho repetidas veces que ya no quería, estaba siendo egoísta pero no podía.

No podía y no quería.

Me siento sola aún que este contigo... —susurro nuevamente.

No me dejes mi pequeño ángel.

Me duele respirar... —dijo.

Te amo Aneliz.

Estoy sangrado por dentro... —susurro.

Besé su frente y unos minutos después se quedó dormida, estábamos sentados, me estaba abrazando, su cabeza estaba recostada en mi pecho.

—Dejame estar contigo un poco más, aún no estoy listo —susurre en su oído mientras la abrazaba.

Sabía que no me escuchaba, la acosté en la cama y me acosté a su lado, ella se removió y me abrazó.

¿Como dejas ir a alguien que amas?

No puedo hacerlo.

No puedo vivir sin ella, simplemente no puedo, la necesito en mi vida.

Ella es mi vida.

1.Flashback.

—Cuando te sientas sola, ahí estaré, te lo prometo —le dije y me miró con una sonrisa.

—Sabes que odio las promesas, nadie las cumple —dijo.

—Pues yo haré que eso cambie —dije.

—Si tú lo dices —dijo sarcásticamente.

2. Flashback.

—Lo prometo —dijo el chico y fruncí el ceño.

—No creo en las promesas —dijo aneliz y se alejó del chico.

Me miró con el ceño fruncido y se acercó a mí.

—¿Me estabas espiando? —pregunto.

—No. —dije y comenzamos a caminar —¿No crees en las promesas? —le pregunté y me miró mal.

—Me estabas espiando! —se quejo.

—No respondiste mi pregunta —dije.

—Si no son tuyas no —dijo y sonreí.

3. Flashback.

—¿Estas bien? —le pregunté cuando me acerque a ella.

—Si, ¿Por qué lo preguntas? —dijo y la mire —No es nada...

—¿Segura? —pregunte mirándola e hice que dejara de caminar.

—Luego te cuento —dijo bajando la mirada.

La abracé y ella también me abrazó.

—Estare contigo siempre que te sientas sola... —dije y me miró con una sonrisa.

—Lo sé, me lo prometiste y se que lo cumplirás —dijo y besé su mejilla.

Fin de flashback.

—Estare contigo siempre que te sientas sola, lo prometo —susurre en su oído y recostó su cabeza en mi pecho.






















—Estare contigo siempre que te sientas sola, lo prometo —susurre en su oído y recostó su cabeza en mi pecho

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Capitulo extra.

Especial por navidad y año nuevo.

Espero que les guste.

A. Navarro.

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