Amor como una bala

6

El martes por la tarde, después de comer más o menos llegó mi abuelo.

Estaba deseando verle, es el único que nos entiende y es genial.

Cuando escuché el coche de Sebastian llegar bajé corriendo a la puerta.

—Abuelooooo—me tiré a abrazarle. Mi hermano estaba en el salón—

—Alessia, mia principessa, qué guapa estás—me dio un beso— Bruunoo—le abrazó a él también— cuánto tiempo sin ver a mis niños...cuánto habéis crecido. Tengo sorpresas para vosotros

—Hola papá —vinieron mi padre y mi madre—

—Sebastian, déjame esta maleta aquí per favore—mi abuelo tiene mucho acento italiano, a mi me encanta— las demás puedes dejarlas en mi habitación, o déjalas aquí y luego las subo yo

—No Giorgio, yo las subo no se preocupe

—Muchas gracias. Venid aquí niños —nos sentamos todos en el salón— os he traído cosas de mi nueva colección, incluidos perfumes, está todo en esa maleta, luego lo sacamos

—Gracias abuelooo —mi hermano le abrazó—

—Eso no es todo, tengo otra sorpresa. Quiero que modeléis en el desfile de presentación de la nueva colección, tengo que presumir de nietos, si queréis claro

—Aaaaaaaaa sisisisi —le abracé, me hacía muchísima ilusión, siempre he querido desfilar y trabajar con mi abuelo—

—Yo no abuelo, lo siento, sabes que no me va mucho la moda, pero si es por ti lo hago —contestó mi hermano—

—No, hombre no, si no quieres no hace falta

—¿Cuándo es?

—Sobre diciembre, todavía no hay fecha exacta

—Geniaaaal, ¿dónde? ¿Allí en Milán?

—No, en Roma —no me lo podía creer, nunca había ido y estaba muy entusiasmada—

—Alessia, no te hagas ilusiones porque nadie ha dicho que vayas a ir —dijo mi padre—

—Me lo ha dicho el abuelo, soy mayor de edad y puedo decidir

—Pero sigues viviendo con nosotros y seguimos siendo tus padres, no vas a salir de California sin nuestro permiso

—No entiendo por qué me queréis tener aquí encerrada, nunca me habíais controlado tanto como ahora

—Tenemos que hablar con el abuelo y que nos comente el plan, luego ya hablaremos

—Luca hijo...no seas así con ella

—Vamos al despacho y nos cuentas los planes—se levantaron mi padre, mi madre y mi abuelo—

—Abrid la maleta y mirar lo que hay, ahora vuelvo —dijo mi abuelo y se fueron—

—No entiendo por qué se ponen ahora tan controladores conmigo, joder —le dije a mi hermano—

—Ni idea, a lo mejor es porque les da miedo que te vayas tu también

—Puede ser...pero tienen que asumirlo —abrí la maleta—

—No te preocupes, terminarán aceptándolo como conmigo —sacó un pantalón— está guapo eeeh

—Sii —saqué un vestido que vi. Era precioso, no tengo palabras para describirlo—

También había zapatos, chaquetas, perfumes...todo precioso, en serio, no es porque ses mi abuelo, pero adoro lo que hace.