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La semana siguiente fue muy mal, todo lo que habíamos avanzado a la mierda.
Eso de dejarme la comida, o estar juntos en el mismo espacio, nada, ni hablamos.

Siguió con las "clases" esas de defensa personal pero sinceramente creo que es porque aprovecha para desahogarse conmigo. Pero muy incómodamente porque ni hablábamos.

Y la universidad fatal también, no quería ir con ellos porque había mucho mal rollo y, la verdad, prefiero quedarme apartada que discutir con él, más de lo que ya hemos discutido. Pero se solía venir conmigo Kiara, a pesar de que le he dicho que no quería que tuviera movida con ellos. Es muy buena amiga, tengo que decirlo, he cogido mucha confianza con ella muy rápido, es muy parecida a mi.

Por otro lado estoy un poco preocupada, estamos a domingo 29, lo que significa que queda 1 día para el 1 de octubre y todavía no tengo ninguna noticia de mi padre ni el pago.

Ahora voy otra vez a "entrenar" con Jason, qué ilusión.

—Venga, cierra —suspiré, me tiene harta ya. Cerré la puerta de portazo—

Me empezó a explicar lo que tocaba, que, sinceramente no sabía lo que era porque yo estaba en mi mundo, pero algo de cómo quitarte alguien de encima, literalmente.

Para hacerlo se sentó encima de mi y me agarró los brazos pegados al suelo, pero me estaba agarrando muy fuerte, me hacía daño.

Después de un par de intentos lo conseguí, me quedé sentada encima de él agarrándole por las muñecas y aproveché la situación.

—¿Qué coño te pasa? ¿Por qué vuelves a estar tan gilipollas? Pensaba que ya estábamos...normal

—Quítate de encima mía

—¿Es por el beso? —me quitó de encima suya vamos, sin ningún tipo de esfuerzo, ni me dejó terminar de hablar—

—Si te digo que te quites, te quitas —se levantó y se fue, yo me levanté también del suelo—

—Si, muy maduro por tu parte, ignorar los problemas a ver si se solucionan solos —se dio la vuelta y se acercó mucho a mi—

—No hay ningún problema, nunca hemos estado bien, asúmelo

—¿Por qué no asumes tú que no soy como te pensabas? Te jode no tener la razón eh. Además, te recuerdo que me besaste tú a mi, así que no tienes ningún derecho de ser así de cabrón conmigo porque si lo hiciste fue porque querías

—No me gustas, no me caes bien y sigo sin cambiar mi opinión de ti porque yo no me trago todo esto de niñata rebelde

—Lo que sí te tragaste fueron mis babas —eso lo dije para provocarle, y me la jugué porque no se por dónde me va a salir. Se quedó un rato mirándome sin decir nada y luego resopló—

—No sabes dónde te metes —se fue y yo me fui un rato después, después de procesar lo que me había dicho porque no lo entiendo—

Y no volví a salir de mi habitación. Pero al parecer Jason si, como toda esta semana.
En realidad él no sale, pero lleva trayendo a la Ana esta a casa todas las tardes y les escucho follar, qué asco, en serio me está traumatizando. Y estoy hasta los cojones de que venga a mi casa, que se piren a la de ella.

Cuando escuché que se fue la chica esta salí.

—Puedes dejar de traerla a mi casa e iros a follar a un puto hotel, o a su casa, estoy harta de escucharos

—También es mi casa y voy a hacer lo que me de la gana. ¿Estás celosa o qué? —Ah, ahora se pone en este plan—

—¿De quién? ¿De ella? No, la verdad es que me da penita

Amor como una balaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora