Amor como una bala

22

JASON

—¿Qué tal ha ido?? —me preguntó Ryan—

—Sin más la verdad, tampoco me han dicho mucho, ¿tú qué tal?

—Bien, todo bien...—me dio la pistola— oye...vamos a hablar un momento, como hermanos, y quiero que me escuches

—Si, vamos a mi cuarto —entramos, yo me senté en la cama y él en la silla del escritorio—

—Quiero que me escuches, yo no soy Kiara, así que no me vengas con gilipolleces...Tienes que dejar de tratar así a Alessia, es una buena chica, simplemente dale una oportunidad, si te la lía o algo, perfecto, la dejas de hablar, pero dásela. Está rallada, sabes...hemos estado hablando y se siente muy mal porque de verdad quiere llevarse bien contigo y no sabe por qué no puede, se siente culpable —suspiré, en realidad tiene razón, ella no me ha hecho nada...pero yo que se, ya se cómo es—

—Vale, supongo que por intentarlo no pierdo nada, pero a la mínima que me la líe o demuestre que tengo razón, no se vuelve a hablar de ella

—Perfecto, pero también tienes que poner de tu parte —asentí con la cabeza— otra cosa...¿no crees que a lo mejor estás tan borde y no quieres acercarte a ella porque te gusta? —joder, lo que me faltaba...—

—¿Por qué piensas eso?

—No lo se, eres mi mejor amigo y a veces siento que te conozco tanto que puedo sentir lo mismo que tú...y es raro que os llevarais más o menos bien y de repente así de mal, ¿ha pasado algo? —no quería contarselo a estos porque son unos rallaos, pero Ryan se lo merece—

—A ver...si que es verdad que yo estaba mejor con ella pero el día de la fiesta, cuando Kiara me obligó a llevarla, entré a su habitación como siempre sin llamar porque me la suda y estaba en albornoz y me dijo no se que de que si no me iba de la habitación se iba a cambiar delante de mi, yo no me lo creí y la reté, y sí que lo hizo y le vi las tetas

—Ves cómo no es como tú te piensas —Ryan se rió—

—Calla. Sigo, pues claro, desde ese momento cuando la miraba o escuchaba su nombre se me venían sus tetas a la cabeza

—¿Por qué hablas en pasado? ¿Ya se te han olvidado o qué?

—Si. Estuvimos en la fiesta y yo estaba rallado porque no quería pensar en eso y no podía parar, me lié con Ana y lo único que se me venía a la cabeza eran sus tetas y me cabreé mazo porque me daba mucha rabia así que la besé para demostrar que no me pone nada

—¿Y bien?

—¿Qué?

—Te gustó, ¿verdad...? Por eso has vuelto a estar tan cabrón con ella...

—No digas tonterías...

—Entonces ¿por qué? Si no significó nada podríais haber seguido como si nada

—Porque no me cae bien, no me gusta, no le des más importancia. Voy a intentar llevarme bien con ella, ya está

—Hermano...sabes que a mi me gusta...solo quiero saberlo por eso, no te voy a echar nada en cara ni a reirme de ti ni a contárselo a nadie, es solo para saber dónde poner los límites, ¿me entiendes? —Me molesta mucho que a Ryan le guste, no porque me guste a mi, sino porque se cómo es ella y no quiero que joda a mi colega—

—No hagas nada con ella, se cómo es y no quiero que te haga daño, es...no es muy de relaciones, le gusta zorrear con todos y no quiero que estés rallado por ella. Pero haz lo que quieras, yo solo te aviso

—No voy a hacer nada con ella, se que no vas a decírmelo pero lo se, y no pasa nada, porque te conozco y se que no eres muy de hablar de tus sentimientos ni de tus chicas, pero un consejo, decídete ya y deja de hacer tonterías porque el tiempo va pasando y hay mucha más gente por aquí, yo te respeto porque soy tu hermano, pero otros no —Me dejó un poco rallado, la verdad, Ryan es muy profundo el cabrón y te suelta cada cosa que te quedas loco...— venga, cuéntame qué habéis hablado, ¿todo bien?