Amor como una bala

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ALESSIA

Ya es viernes...

Esta semana ha sido un poco...estresante. Los exámenes me han matado, no he podido concentrarme nada, pero bueno, no me han salido tan mal...

Desde que Jason me contó lo de la cena he estado un poco...en mi mundo. Me ralló mucho, después de la primera cena, todo lo que pasó, ver...cómo es, cómo eran todos...tengo miedo.
Pero lo pienso y, al fin y al cabo, mi familia es igual y llevo viviendo toda la vida con ellos, voy a poder soportarlo, no es para tanto.

No me esperaba eso de mis padres. Sí, nunca han sido especialmente buenos conmigo, ni atentos, ni nada de eso...pero esto...juntarme con...saben perfectamente lo que me va a pasar, y todo por dinero...

Pero bueno, voy a estar bien, creo que tengo bastantes capacidades y puedo defenderme bastante bien, y después de haber sobrevivido 19 años con mi familia...voy a estar bien.

Hoy no hemos ido a clase. Ayer tuvimos el último examen así que hoy toca descanso.

—Buenos días Jason —me tiré en el sillón a su lado—

—Por fin te has despertado, estaba empezando a pensar que estabas muerta —dijo con ironía y yo rodé los ojos—

—Estaba duchándome y todo eso

—¿No vas a desayunar?

—Jason, son las 12:30 am, en un rato vamos a comer

—Sí...—hizo una pausa sospechosa, después carraspeó un poco— oye Alessia...—lo sabía, me iba a decir algo— ¿estás...bien? Por...por lo de esta noche

—Sí, Jason, no te preocupes, estoy bien. Al fin y al cabo he aguantado toda la vida con mi familia y aquí estoy, perfectamente, por una noche...no va a pasarme nada, no te preocupes, además, creo que ya has visto que puedo defenderme sola —dije así medio de broma para relajar un poco el ambiente—

—Sí, lo se, pero —llamaron al timbre y le cortó. me levanté a abrir yo—

—Gabriella, qué sorpresa —la abracé, adoro a la madre de Jason, de verdad, es la mujer más buena que alguien puede conocer, es adorable, es...es perfecta—

—¿Mama? —dijo Jason y se acercó a la puerta—

—Hola cariño —le abrazó—

—Vamos al salón —fuimos y nos sentamos en el sillón—

—¿Qué tal estás, Alessia, cariño? Desde el accidente y todo lo que te ha pasado...

—Estoy bien, Gabriella, gracias por preocuparte

—Mamá, ¿qué pasa? —ella suspiró—

—Quería hablar con Alessia, yo...me parece horrible, no estoy nada de acuerdo en su decisión, lo he intentado pero no he podido hacer nada, así que...quería, por lo menos hablar contigo, darte un par de consejos porque yo...he pasado por lo mismo alguna vez y por lo menos quiero ayudarte a que sea un poco menos, no se...

—Mamá...—la abrazó, a mi me estaba dando una pena, tenía hasta ganas de llorar—

—Te he comprado este vestido, Alessia. Te diría que te fueras lo menos arreglada posible, pero ya sabes que...tienen ciertas...condiciones...en fin. Ya que tienes que ir así, te he traído este vestido, intenta que te tape lo máximo posible, sobre todo los tatuajes, recógete el pelo, maquíllate, pero no mucho, lo mínimo...

—Gabriella...no tenías por qué hacerlo, de verdad...

—Sí, ya que no puedo hacer nada más, me gustaría por lo menos facilitarte un poco las cosas...Intenta que no vea debilidad, se aprovechan de eso, tienes que mostrarte fuerte, vi lo que le hiciste en la pierna a ese chico, se que eres fuerte —¿lo vio? ¿cómo lo vio? no entiendo nada— confío en ti y se que no va a pasar nada, se que puedes defenderte tú sola...Me voy a ir ya, no tengo mucho tiempo...si necesitas cualquier cosa más llámame, por favor —se levantó y me levanté yo también—

—Muchas gracias, Gabriella, por todo, de verdad —la abracé, me dio...pena, me habría gustado que mi madre fuera así conmigo—

—Mamá eres la mejor —Jason la abrazó. Llamaron al timbre y fui a abrir, les dejé a ellos hablando en el salón—

—Hola Ryan

—Qué tal vas guapa —me dio un beso en la frente y fuimos al salón— ¡Gabriella! Qué sorpresa —la abrazó—

—Hola Ryan cariño, cuánto tiempo, qué guapo estás

—¿Qué haces aquí?

—Pasaba por aquí, venía a saludarles, pero ya me iba. Me alegro mucho de verte, Ryan, a ver si nos vemos un día con un poco más de tiempo

—Claro que sí, cuando quieras

—Bueno chicos, me voy, me alegro mucho de veros a todos —nos dio un beso a cada uno y se fue—

—Adoro a tu madre, Jase —dijo Ryan—

—¿Te quedas a comer, Ryan? —le pregunté—

—Clarooo

Después de comer yo me fui a mi habitación a ver si dormía un poco, siento que necesito estar bien despierta para luego.

Sobre las 6-6:30 pm me desperté y salí al salón.

—Jason —dije mientras iba hacia el salón— a qué hora...¿Y Ryan?

—Se ha ido hace un rato, tenía unas cosas que hacer.

—Ah, vale.¿ A qué hora nos vamos?

—Te lleva Sebastian

—Ah...y...¿a qué hora viene? —en realidad, no se por qué, pero quería que me llevara Jason, al vivir con él, y haber vivido todo lo del accidente con él y todo...he visto que puede protegerme de verdad, y me siento segura con él. Que con Sebastian también, pero depende de la situación, no se—

—A las 8:30pm, tienes que estar allí a las 9pm

—Bueno pues...voy a ducharme y tal, que me tengo que lavar el pelo

—Vale...avisame con lo que necesites

Me metí en la ducha otra vez, esta mañana solo me lavé el cuerpo y era casi más para despejarme que otra cosa.

Cuando salí me sequé, me eché mis cremas, me eché las cosas del pelo y me lo sequé con el secador, no tenía tiempo como para dejármelo al aire.

Después me recogí el pelo en un moño bajo y me maquillé, pero muy poco, como me dijo Gabriella. Solo me puse un poco de rimel, colorete y poco más.

Lo último que hice ya fue ponerme el vestido que me trajo, para que no se me manchara ni nada.
Era un vestido precioso, me gustó un montón...y aprecio muchísimo que me quiera ayudar y que se preocupe por mi, por lo menos alguien...

Era negro ajustado, largo, de manga larga y cuello alto, sinceramente me quedaba muy bien, sentía que me estilizaba la figura, y era bastante simple, eso me gusta.
Con el moño y el maquillaje tan fino me quedaba muy elegante.

De zapatos me puse también unos tacones negros bastante básicos, tengo que decir que no me importó, me encanta vestirme así y ponerme tacones, siempre que tenemos algún evento, o fiesta, o lo que sea me lo paso genial vistiéndome, pero hoy...al ser obligada tampoco me hace mucha ilusión, la verdad, pero bueno.