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JASON

Nunca, en mi vida, he pasado tanto miedo por una persona. Cuando noté que el chaval aceleraba el paso y se acercaba más, supe ya que algo no iba bien.
Y lo pasé mal, porque no quería que le pasara nada a ella, a mi me daba igual que me dieran un balazo o lo que sea, tampoco sería el primero que me llevo, pero a ella...no, ni pensarlo.

Estábamos yendo a la enfermería, por lo menos no le ha tocado la bala...La pierna le sangra mucho, aunque tampoco parece muy muy profundo, lo tiene clavado justo por encima de la rodilla y le cuesta aun poco andar.
Ahora está tranquila, pero tengo miedo de una vez que se le pase y le empiece a doler...

—Túmbate ahí —la llevé hacia una camilla— voy a limpiarte un poco, intento cortar la hemorragia, y llamo a alguien para que te saque eso.

—Que no llames a nadie, Jason, por favor, que no pasa nada, sácalo tú

—Alessia, no. Yo tengo los conocimientos justos de esto, puedo limpiarte, cortar la hemorragia, incluso coser si es algo pequeño. Pero no se cómo es de profundo, si te lo saco va a empezar a sangrar más y si al final resulta que es profundo vamos a liarla. Tranquila, por favor, que no va a pasar nada vale, yo estoy aquí y va a venir alguien de confianza, no te va a doler ni nada, vale —intenté calmarla un poco, sé que los médicos no le gustan mucho, lo evita a toda costa, pero no puedo arriesgarme a que se desangre aquí—

—Vale...llama a Sebastian, él sabe de estas cosas, ha estudiado algo de esto, ¿no?

—Sebastian ahora no puede venir. Vale ya, cada cosa a su tiempo. Súbete el vestido —me puse unos guantes y cogí todo lo necesario para limpiar la sangre y cortar la hemorragia— Te voy a pinchar anestesia en toda la pierna, vale, a lo mejor lo sientes como un escozor, pero no dura nada. Tranquila. —ella asintió. La pinché y esperé unos segundos y me puse a limpiarla ya y todo—

No parecía muy profunda, intenté mirar un poco y tocar a ver, y no, pero probablemente sí que necesite puntos. Lo que me da miedo es que le haya pillado un tendón, una arteria o algo importante. Por eso prefiero llamar a alguien.
De toda la gente que hay aquí, seguro que hay más de un médico.

—Vale, ya está. ¿Te duele?

—No...

—Bien, voy a buscar un médico

—No te vayas, por favor, quédate aquí. —dijo rápido y me agarró del brazo—

—No me voy a ningún sitio...—verla esa cara de miedo me partió el corazón. Joder, y sabiendo que probablemente en una semana voy a tener que dejarla...me partió el doble—

Me senté a su lado, ella seguía agarrándome del brazo, y cerró los ojos.

—Alessia no te duermas —negó con la cabeza, pero siguió sin abrir los ojos ni nada—

Estaba hablando con Ryan y Sebastian a la vez, quería saber qué estaba pasando con el cabrón ese. Y también escribí a mi madre, es la mejor persona del mundo, ella seguro que me puede ayudar y conoce a algún médico.
Además es la única que no está con el otro chico.

—Ya he avisado a mi madre y va a venir con alguien para ayudarnos, ¿vale? —asintió con la cabeza— oye Alessia venga, abre los ojos y habla conmigo

—Estoy cansada...—de repente se abrió la puerta y entró alguien. Pensaba que era el médico, pero no. Por lo menos Alessia se espabiló...—

—¿Qué coño haces tú aquí, eh? —me acerqué a él bloqueándole el paso para que no se acercara a Alessia—

—Vengo a verla, tengo más derecho a estar aquí que tú

—No me toques los cojones —me encaré a él— ella no quiere que estés aquí, nunca, no quiere saber nada de ti, así que pirate ya si no quieres problemas

Amor como una balaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora