Holaa, después de tanto tiempo vuelvo con una historia totalmente diferente a lo que he subido. Es una historia de amor, pero, ¿qué clase de amor?
Una historia de amor difícil, de odio, llena de peligro, sin palabras para describirlo, simplemente ha...
¿Estaba nerviosa por ir a cenar con él?, Claramente.
La verdad que hace tiempo me di cuenta de que, la verdad, creo que es bastante obvio que me gusta y no tenía sentido esconderlo más, pero tampoco me había atrevido a nada, porque según es él de gilipollas...no tenía nada claro.
Pero estos días, con todo lo que ha pasado, cómo me ha ayudado, cómo le he notado yo, preocupado de verdad...puede que yo también le guste un poco. Y ya lo de que se viniera a dormir conmigo anoche lo confirmó del todo.
Me di cuenta poco después de que llegara, y me hizo ilusión, no se, me hizo sentir muy segura...Y la verdad lo pensé y dije, a ver, ¿qué tengo que perder?, literalmente nada.
Y hoy vamos a cenar juntos. Fuera del ámbito casa.
Estaba de verdad muy nerviosa. Quería ponerme guapa, normalmente todo el tiempo que he estado con él ha sido en pijama, en chandal, con el dedo roto, heridas en la cara, y pocas veces me he arreglado. Y quiero que me vea guapa de verdad, no se, me siento como una niña pequeña, un poco tonta.
Me vestí así al final
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Esta mañana Ryan fue a por mis cosas, se trajo la mayoría de ropa y maquillaje que tenía, así que bien.
Y luego el pelo dejé que se me secara al aire, la verdad, lo tengo muy largo y me da mucha pereza ponerme a peinarlo, y a mi cuando se me seca natural se me quedan unas ondas bonitas y me gustan mucho. De maquillaje la verdad es que no suelo ponerme mucho porque tengo la cara bien y además me gusta q se me vean las poquitas pecas que tengo y lunares. Me puse colorete y highlighter, luego me pinté las cejas y me puse rimel, eso es lo que me suelo hacer. Y en los labios me puse un poco de vaselina y un aceite de estos que es como un gloss rosita.
—¿Estás ya, pesada? —me dijo Jason gritando desde el salón—
—Sí, si ya voy coño —me puse unos aros así como un poco gorditos dorados y cogí mi bolso con todas las cosas y salí—
—Pero qué guapísimaaaaaaa, yo creo que nunca te había visto así. Madre mía, Alessia, de verdad eres un cacho pibón...—me dijo Ryan y me abrazó. Jason solo me miró de arriba a abajo desde el sillón y sonrió un poco chulo, cosa que no nos vamos a engañar, me encanta—
