ALESSIA
Han pasado dos años ya...dos putos años.
Y aquí estoy, en un avión de vuelta, camino a mi boda, con Marco, que no quiero saber nada de él, cabreada con todos, otra vez, la historia se repite, qué bien.
*Dos años antes*
Después de la semana del desfile Bruno se fue, con todo el dolor de mi corazón.
Le tenía, pero se tiene que ir otra vez. Le voy a echar tanto de menos... Ha sido genial tenerle aquí aunque sea unos días, y sobretodo hablar con él, contarle todo de una vez, me encanta hablar con él porque siempre sabe que decir en el momento justo, y me tranquiliza muchísimo saber eso.
Los desfiles, a pesar de todo y de que no fue mi mejor momento, estuvieron super guay. Me gustó un montón la experiencia la verdad, me ayudó bastante.
Y después de esa semana tuve hasta el 12 de enero, que empezaron las clases, para ir adaptándome a todo, al sitio, también para reflexionar, tumbarme y pensar en mi y en todo para aclarar todo, porque hace mucho mucho tiempo que no lo hago, que no he estado sola así.
Estar sola, la verdad me gusta. Sinceramente casi toda mi vida me la he pasado sola, en todos los sentidos, en mi casa jugaba sola, hacía todo sola, bueno con Bruno, pero claro él también tenía sus amigos, al instituto, al colegio, siempre iba sola, a mi rollo, nunca he congeniado con nadie, nunca he tenido amigos de verdad, nunca he tenido esa necesidad o esa etapa de los adolescentes de querer estar fuera de casa todo el tiempo por ahí de fiesta o lo que sea. Nunca.
Y si digo la verdad, siempre me ha dado mucha envidia la gente que sí. Ver lo que suben a instagram de fiesta con sus amigos, de vacaciones, comiendo juntos, no se esas cosas siempre me han dado mucha envidia y me he sentido triste por ello.
Porque llega un punto en el que me empiezo a plantear si el problema soy yo, si no sé relacionarme, si no caigo bien, no lo se, y de verdad yo lo intento soy buena persona, soy simpática, siempre que he conocido a gente nueva intento dar confianza, y todo y no se...Pero bueno que me desvío. Que no me importa estar sola, ir a comer, a comprar, de paseo sola, está bien.
Y al final tengo a mi abuelo, que de vez en cuando le veo, no tanto como me gustaría porque él pues también tiene su vida sus amigos su trabajo y tal.Lo que sí echo mucho mucho de menos es a mi perrito Danco. De verdad, él era mi único amigo, compañero, puede parecer una tontería pero hablaba con él, cuando me sentía mal o algo, se sentaba conmigo en mi cama y le hablaba y el pobre se quedaba mirándome, parecía que me escuchaba más que cualquier persona.
También pasé las navidades y todo sola aquí. Vino un par de días Bruno, pero tampoco pudo quedarse mucho.
A la conclusión que he llegado, bueno a muchas, pero en resumen, paso. No me voy a abrir nunca más a nadie, ni amigos, no voy a confiar en nadie. Voy a dejar de ser inocente, ingenua, simpática, buena, porque así todo el mundo me vacila, así que paso. Que se joda todo el mundo, de verdad.
He cambiado, y no hay vuelta atrás. Me gusta ser así, lo prefiero, y así voy a ser.Me he cambiado el pelo, ahora lo tengo así
ESTÁS LEYENDO
Amor como una bala
Teen FictionHolaa, después de tanto tiempo vuelvo con una historia totalmente diferente a lo que he subido. Es una historia de amor, pero, ¿qué clase de amor? Una historia de amor difícil, de odio, llena de peligro, sin palabras para describirlo, simplemente ha...