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JASON

Menos mal que ya nos fuimos. No podía aguantar más. Estaba siendo todo muy incómodo.

Siempre es incómodo para mi. Más que hablar con mi padre siemto que estoy hablando con algún jefe ultra-poderoso y respetado (que lo es) pero para mi es mi padre.

Y hoy ha sido peor porque estaba Alessia. No le estoy echando la culpa, es más, me dio pena. Ella es una persona bastante expresiva y cuando la conoces sabes que no es tan dura como aparenta a veces -si, la voy conociendo, suelo pillar a la gente rapido, y aunque no nos llevemos de maravilla, llavamos casi 2 meses viviendo juntos, 24horas al día sin separarnos- y estaba notando que mi padre le asustaba y se ponía nerviosa.

Es el efecto que suele causar en todo el mundo. Siempre le he admirado mucho y quería ser como él, que me respetaran como a él, y ahora que he crecido...no estoy tan seguro.

Yo también voy de duro pero tampoco lo soy tanto, tengo corazón. Me habría encantado pasar tiempo con mi padre, hacer las cosas que hacen los niños con sus padres de pequeños, y de mayores, y pensándolo con perspectiva...si algún día tengo hijos no quiero que pasen por eso.
Que si, está guay imponer y hacerse respetar, pero también hay unos límites. Si por eso voy a estar solo, sin amigos, la gente que me importa va a sufrir...prefiero ser un blando.

Ya está ya lo he dicho y no voy a volver a decirlo nunca más.

Llegamos a casa y Alessia fue hacia su habitación pero la paré.

—Alessia —se giró hacia mi—

—Dime —me sonrió—

—Lo siento si mi padre te ha hecho sentir mal o algo, él es así...pero no es porque tenga nada en contra tuya. —no se por qué me dio pena Alessia, pero sentí que tenía que explicarle lo que había pasado. No quería que lo pasara mal por eso—

Madre mía en lo que me estoy convirtiendo.

—No te preocupes, estoy bien, y no tienes por qué justificarle. Se que tú, aunque no lo prezca, no eres igual que él. No pasa nada —me dijo eso y después me puso una sonrisa bastante mona, muy sincera—

Me alegró que Alessia pensara eso. Que no soy como mi padre...si, me puso contento.

Ay no...por qué coño me importa lo que piense Alessia...es más, por qué me alegra...joder.

Solo está buena, la única atracción que puedo tener hacia ella es física y nada mas. Nada más.

—Buenas noches —asentí con la cabeza en forma de saludo y me fui a la habitación y ella a la suya—

Cuando llegué puse el ordenador con las cámaras.
Lo dejo encendido por la noche, así puedo ver si pasa algo y tengo alertas cada vez que alguien se baja en nuestra planta.

Me puse un chándal y sin camiseta me metí en la cama.

Me puse a mirar el ordenador. La cámara de la habitación de Alessia.

No entiendo por qué me pasa esto si no me gusta. Es como una atracción extraña pero no me gusta. Muy raro.

Empezó a cambiarse la ropa y cambié de cámara. No está bien que haga eso...

Justo después de eso me acosté.

...

Al día siguiente nos despertamos como siempre para ir a la universidad. Yo fui antes a sacar a Danco mientras Alessia se preparaba.

No le dejé el desayuno hecho, demasiado acercamiento hemos tenido ya.

—¿Estás ya? —le dije. Estaba sentada en la mesa de la cocina—

Amor como una balaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora