Amor como una bala

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—¡Fabiooo! —casi lo dije gritando y fui corriendo a abrazarle en cuanto le vi—

—Hola, princesa —se rió—

—Menos mal que estás aquí...

—Hola tío —le abrazó Marco también, con la ilusión de un niño pequeño—

Estábamos en casa de los De Luca, habíamos venido porque me tenían que decir lo que tenía que hacer estos días, y cuando llegamos nos encontramos que estaba ya Fabio.

—Ay, mis niños, qué haríais sin mi —nos pasó un brazo a cada uno por los hombros, lo dijo riéndose, como de coña, pero qué razón tenía...—

—Ya hemos puesto al día a Fabio sobre lo que acordamos el otro día y hemos organizado un par de cosas —dijo el señor De Luca. Cuando escuché su voz fue como salir de esta burbuja de felicidad, normalidad, de estos años atrás—

—¿Y bien? ¿Qué tenemos que hacer nosotros? —preguntó Marco—

—Tú quedarte con Alessia todo el tiempo posible. Habrá momentos que igual no se pueda, ya sabes, porque sino van a empezar a sospechar, pero todo el tiempo posible sí —me miró a mi— tú tienes que ganarte su confianza estos días, estar todo el tiempo que puedas con ellos, con Ashton. Él tiene guardada toda la información que necesitamos en un pendrive, en su casa, y la única forma de acceder es si entras tú —suspiré—

—Joder, menos mal que me ibais a proteger de ellos y todos esos rollos

—Y lo vamos a hacer, lo hacemos, recuerda que Marco va a estar contigo, y si no está él, está Sebastian, lleva una semana encargándose de la seguridad de Ashton, está en su casa, tiene a gente suya en su casa, no tienes por qué preocuparte por nada de eso...
Realmente necesitamos ese pendrive, tiene las pruebas de todo

—Lo sé, lo sé, y os he dicho que os voy a ayudar

—Sí, no nos hagas arrepentirnos —puse una cara de extraño, me sentó fatal ese tonito de...de gilipollas—

—¿Perdona? —dije retóricamente. Iba a seguir pero me cortó Jason—

—Claro que no vamos a arrepentirnos, creo que ya nos ha demostrado más de una y más de dos veces de lo que es capaz, y ella cumple su palabra

—No como otros —me salió solo, sin pensarlo—

—Alessia es la persona en la que más podemos confiar de aquí, de verdad, es muy muy fuerte y es más que capaz de hacer lo que le pedimos, os sorprendería —este fue Ryan, mi niño, le sonreí. Se que en parte intervino para que Jason y yo no termináramos sacándonos los ojos, bueno, yo a él—

—No lo dudo, y disculpa si ha sonado mal, no me he expresado como quería, no era esa mi intención —dijo su padre—

—No importa

—Dentro de una semana se va a celebrar...—tosió un poco— la fiesta de vuestro compromiso —se me tensó el cuerpo entero— allí no solo se reunirán tu familia y la de Ashton, sino que todo el mundo de las altas esferas, incluyendo todos los aliados de ambas familias.
Ese es el día en el que nuestro plan se va a llevar a cabo, es...perfecto. Por lo que tenemos una semana para conseguir todo lo necesario para llevarlo a cabo.
Y esto va por todos, no solo por Alessia, ya sabéis qué tenéis que hacer.

—Una semana, qué bien...—dije yo, con sarcasmo—

—No tenemos tiempo que perder —se levantó el señor De Luca, dando por finalizada esta reunión, todos hicieron lo mismo—

Yo me levanté y me giré hacia Marco.

—Joder —me acerqué a él poniendo la cabeza en su pecho, él me abrazó— no se qué hacer, Marco...