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Al bajarme del avión me sentí...fatal, me dio como mucho asco, recuerdos, volver a respirar el aire este asqueroso, me puse mala en cuanto pisé el suelo.

Nos bajamos los tres, iba a hablar Jason, pero vi el coche de Sebastian y fui corriendo. Se bajó del coche cuando nos vio.
A él si que le echaba mucho de menos, bueno, si lo admito, a todos les echaba de menos. Pero a Sebastian más.

—Alessia hola —le abracé—

—Te echaba de menos —aunque con él si he tenido contacto—

—Y yo. ¿Todo bien? ¿El viaje bien?

—Sí, bien, cansada...Vámonos, por favor —fui a abrir la puerta del coche, pero me cogió del brazo—

—Quiero que sepas...que todo va a salir bien, te lo prometo —me abrazó—

—Lo se, de verdad...

—Ya no trabajo con tu familia, Alessia —me separé de él y le miré extrañada—

—¿Qué...? Sebastian... —me extraño mucho, mucho, algo ha tenido que pasar, él siempre ha sido muy leal, mucho, a mi familia—

—Ahora te contamos en el coche —dijo Jason poniéndome una mano en el hombro, lo que me causó un escalofrío y me aparté de él y me metí en el coche—

Marco se subió en la parte de atrás conmigo, y Jason delante.

—Sebastian, qué ha pasado

—Nuestros padres ya no están juntos —contestó Jason, aunque yo no quería hablar con él— mis padres no estaban de acuerdo con la alianza con la familia de Ashton, no confían en ellos, no les parece una familia limpia ni que siga los valores adecuados

—No se yo si tus padres son los más adecuados para hablar de valores

—Lo se, se lo que piensas de ellos y no te falta razón. Pero han cambiado, Alessia, y tienes que creerme, ya lo verás tú misma.

—Ya, claro...igual tú si tienes la gran capacidad de perdonar y olvidar como si nada, pero yo no, y menos con gente que me ha hecho sufrir tanto y me han jodido la vida.

—Alessia —odiaba como sonaba mi nombre con su voz, pero al mismo tiempo me volvía loca, provocaba cosas en mí que yo no quiero— hablé con ellos. Me senté con mi padre y les dije que tenía que hablar seriamente y que me gustaría que me escucharan

—No me importan tus problemas, Jason —creo que no he mentido tanto en mi vida. Él simplemente suspiró, se rindió. Y en parte me molestó mucho, yo solo quería que discutiera conmigo, que la liara para poder cabrearme con él y soltarle todo lo que llevo acumulando dos años—

—Cuando tus padres decidieron hacer negocios con ellos fue cuando todo se rompió. A mi padre no le gustaba la idea, y se lo explicó, pero tu padre seguía emperrado en ello, no se por qué motivo a tú familia le interesa tanto, cuando estando con mi familia todo es el triple de mejor, pero bueno. Hablaron, y les dijo que si hacían negocios con ellos se rompían sus alianzas, y eso pasó. Pero todo estaba aparentemente bien, hasta que decidieron hacerse familias asociadas, y ¿cuál era la forma más rápida y eficaz de que eso pasara?...la boda —vi desde aquí cómo se le tensaba la mandíbula— nuestras familias ya no tenían alianzas pero seguían manteniendo algún que otro acuerdo y negocios, y ahí ya todo cambió, no les parecía nada bien la forma de conseguirlo, tuvieron movidas, y ahora son enemigos. Y ahí es cuando Sebastian decidió irse también, ahora trabaja con mi familia.

—Sebastian...—me interrumpió—

—Lo sé, no fue fácil dejar a tu familia después de todo, y menos por ellos, que te han hecho sufrir...pero era la mejor opción que tenía, lo he hecho todo por ti, se que estando con ellos voy a poder protegerte más. Además, se que no quieres escucharlo, pero lo que ha dicho Jason sobre su familia...es verdad, han cambiado, por ti.

Amor como una balaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora