Capítulo 4: "Mi venganza-Parte I: Ya no hay vuelta atrás"

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Una pelinegra miraba con nostalgia un vestido blanco que estaba sobre su cama, mientras pensaba, al tiempo que su mirada se nublaba por las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos: Llego el día, hoy termina todo, todo, ya no hay vuelta atrás, la decisión ya está tomada, solo hay que ponerla en práctica, y hoy lo haré, hoy me vengare de ti, hoy pagarás por todo el dolor que me has causado al fingir amarme, hoy pagarás por ello, hoy lo harás.

El pensamiento de la bella joven fue interrumpido por el sonido de la puerta de su habitación.

Toc toc toc

Ya me estoy alistando, pronunció la pelinegra con la mayor calma posible.

Bien hijita, te espero en la sala, escucho la joven.

Perfecto padre, agrego la pelinegra, mientras pensaba: Papá, ¿Cómo reaccionarás al ver lo que haré?, de hecho, nada bien, de seguro te enfadaras conmigo, pero sé que luego comprenderás mi decisión, ya que tú solo quieres mi felicidad y él ya no lo es, ya no, él me ha lastimado mucho, mucho.

En tanto:

Un apuesto joven de cabello alborotado platicaba con un par de jóvenes en una pequeña oficina.

Nuevamente piensas ir, decía uno de los jóvenes en tono preocupado.

Sí, seguiré asistiendo a ese pub, hasta volverla a ver, respondió con firmeza el apuesto joven de cabello alborotado.

Amigo mejor olvídate de esa chica, respondió el otro joven.

No, no pienso hacerlo, necesito volver a verla, hablar con ella, pedirle una oportunidad para poder conquistarla, así sea solo un día el que me dé, yo me las ingeniaré para en ese día demostrarle que puedo hacerla feliz para siempre, dijo el apuesto jovencito.

Vaya que esa chica te flecho, respondió uno de sus amigos.

Y en solo un día, o mejor dicho en algunas horas, es más creo que lo tuyo fue amor a primera vista, acotaba el otro sonriendo.

Así es Piccolo, fue amor a primera vista, dijo Gokú suspirando.

Tal vez de tu parte si amigo, pero de la de ella, agrego el otro joven.

Ten, no seas imprudente, pronunció Piccolo a manera de reproche.

Bueno, lo que quería decir es que..., acotaba el nombrado.

No, no te preocupes, tienes razón, yo fui el que quedó enamorado de ella en cuanto la vio, estoy conciente de ello, sin embargo, sé que si ella me da una sola oportunidad no la desperdiciare, y haré todo lo que este en mis manos para conquistarla, dijo Gokú.

Pero sin su nombre y apellido, será difícil que des con ella amigo, pronunció Piccolo, quedándose callado al darse cuenta de sus palabras.

Y me decías imprudente, dijo Ten.

Bueno a lo que me refería..., agregaba Piccolo.

No te preocupes, Krilín me dijo lo mismo, y yo estoy muy conciente de ello, por lo mismo, lo único que puedo hacer es asistir todos los días a ese pub, estoy seguro que ella volverá a este en algún momento, acoto el apuesto joven.

Pero ese lugar es carísimo amigo, si asistes todos los días vas a terminar por gastar tus ahorros y hasta lo que ingresa de matrículas y pensiones al gimnasio, pronuncio Ten.

Eso sí es cierto, agrego Piccolo.

No me importa, lo único que quiero es volver a verla, dijo Gokú, mientras sus amigos posaron su mirada en él, el joven al darse cuenta de ello acoto: No se preocupen, sus sueldos no se verán afectados, yo buscare un trabajo extra, para así no afectar los ingresos del gimnasio.

"¿AMOR DE UN DÍA?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora