Capítulo 47: "Las leyes del corazón: Parte - I"

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(Últimos capítulos)

Frente a una empresa, dentro de un modesto auto, una pareja de jóvenes platicaba.

Has estado muy callado durante el almuerzo, al igual que durante el trayecto, ¿acaso has tenido algún problema el día de hoy?, decía Milk con dulzura.

No, claro que no, ¿tú lo has tenido?, pronunció Gokú con cierta curiosidad.

No, tampoco, respondió Milk con seguridad, mientras pensaba: Perdóname mi príncipe, pero no quiero inquietarte.

Bueno, creo que es hora de que bajes, de seguro debes haber dejado varios pendientes, dijo Gokú con la mayor calma posible.

Sí, es cierto, deje muchos pendientes, cuídate mucho, nos vemos, contesto la pelinegra, dándole un beso en la mejilla al joven de cabello alborotado, que se mantuvo estático, con la mirada un tanto vacía.

Tú, también cuídate mucho, respondió Gokú como autómata.

Una vez que la pelinegra bajo del auto, el apuesto jovencito, encendió el auto y se marchó, causando sorpresa en su novia, ya que desde que iniciaron su romance, y él la llevaba a la empresa, este no se movía, hasta no verla entrar en ella.

Esta extraño, pensó la joven, al tiempo que sintió su celular timbrar.

¿Cómo te encuentras Milk?, escucho la joven.

Bien Vegueta, ¿y tú?, dijo la pelinegra, mientras caminaba hacia la empresa.

Un tanto inquieto..., escuchaba la jovencita.

Auto:

Un apuesto joven de cabello alborotado y mirada nostálgica iba manejando mientras unas palabras vinieron a su mente, haciendo que su mirada empezara a nublarse por las lágrimas.


Sigues siendo un terco, pero además egoísta, solo piensas en ti, y así dices amar a mi hija, amar también significa sacrificio, imagino que lo sabes ¿no?, solo que más puede tu egoísmo que tu amor.


Yo no soy egoísta, no lo soy, no lo soy, yo amo de verdad a mi princesa, quiero que ella sea feliz y sé que yo a pesar de no ser de su clase social puedo hacerla feliz, pensaba Gokú, mientras detenía su auto en una acera, al tiempo que un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

Un joven de cabello alborotado platicaba con su novia, mientras consumían sus alimentos, al tiempo que su mirada sin proponérselo, se posó en anillo que ella llevaba en uno de los dedos de su mano.

¿Qué pasa?, dijo Milk sonriendo.

¿Es un diamante?, pronunció Gokú intrigado.

Sí, es un diamante rojo, respondió Milk sonriendo, haciendo una pausa para acotar: Me lo regalo papá cuando cumplí 15 años, junto a mis pendientes y brazalete de oro con incrustaciones de diamante rojo también...

Debes tener muchas alhajas así de valiosas, ¿verdad?, dijo Gokú.

Sí, aunque no soy amante de ellas, mi padre acostumbra regalarme siempre alhajas con las piedras preciosas más caras que existan para mi cumpleaños, además de alguna prenda de diseño exclusivo, respondió Milk con calma.

¿Te diseñan la ropa que usas entonces?, de razón Lunch dijo que tus vestidos nunca los había visto en alguna tienda, agregaba el joven de cabello alborotado.

"¿AMOR DE UN DÍA?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora