Capítulo 11: "Una actitud que causa dolor"

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Tres jovencitos estaban fuera de una oficina, dos de ellos para ser precisos discutiendo sobre el futuro de uno de ellos dentro de la misma.

Milk, él es tu asistente y por lo que me ha comentado mi padrino está haciendo un buen trabajo, él tiene que estar contigo, ya que será tu apoyo, yo no puedo estar todo el día aquí, recuerda que tengo que hacerme cargo también de mi empresa, respondió Vegueta, con la mayor calma posible.

Sé que tienes tus propias prioridades, y tampoco es mi intención seguir siendo una carga para ti..., decía Milk.

No eres una carga para mí, y lo sabes, respondió Vegueta, tomando las manos de la pelinegra, bajo la mirada nostálgica del apuesto jovencito de cabello alborotado.

Será que ellos tienen algo, pensó Gokú.

Creo que es mejor que hablemos de esto dentro, dijo Milk, al ver que las secretarias que estaban en el lugar los estaban observando.

Si linda, mejor, respondió Vegueta, abriendo la puerta de la oficina para que la pelinegra ingrese.

Tú no, dijo Milk con firmeza, al ver al apuesto jovencito de cabello alborotado querer entrar también a la misma.

Mientras platicamos, ¿podrías coordinar con las secretarias para que nos alcancen un café?, pronunció Vegueta, mirando al joven de cabello alborotado.

Bien, respondió Gokú.

Cualquiera de ellas saben mis gustos, y para Milk que le traigan el mismo café que para mí y unos pastelitos, acoto Vegueta.

Sí, dijo Gokú, luego de ello el joven cabello de flama entro a la oficina.

Una vez que se cerró la puerta el apuesto joven de cabello alborotado camino hacia uno de los escritorios, donde lo esperaba con una sonrisa coqueta una de las secretarias.

¿Podrías solicitarles un café y pastelitos para los jefes?, decía Gokú.

Claro, respondió con una sonrisa coqueta la secretaria.

En tanto:

Vegueta miraba un escritorio sobre el cual estaba un florero con rosas de color rojo, al tiempo que la pelinegra también miraba el mismo.

Tu escritorio es el de las rosas, pronunció Vegueta con calma, haciendo una pausa para agregar: Están frescas, por lo visto las trajeron hoy, lo raro es que acá no se ponen floreros.

Vegueta, aquí si cabe un escritorio para ti, decía Milk, no dándole importancia al comentario del joven cabello de flama.

Milk ya te explique que...., respondía el joven cabello de flama.

Fuera de la oficina:

Un apuesto jovencito de cabello alborotado platicaba por celular, mientras esperaba le admitan su ingreso a la oficina.

Hoy por la noche, decía Gokú.

Sí, y no me vayas a decir que no, quedamos en que seriamos amigos, y necesito un amigo que me acompañe a una fiesta de bienvenida, pronunció una voz a través de la vía telefónica.

Fiesta de bienvenida, agrego Gokú.

Sí, es que Milk ya está aquí, y pues mis amigas y yo le hemos organizado una fiesta de bienvenida,..., escuchaba el apuesto jovencito.

Minutos después:

Si me acompañarás verdad, mira que será una gran oportunidad para que conozcas a tu jefa personalmente, claro si Milk en verdad llega hacer tu jefa, porque hasta ahora quien ha cumplido el papel de jefe en la empresa es Vegueta, pero daría igual, sea Milk o Vegueta, si yo digo que eres mi amigo, de hecho, tendrás ciertos privilegios en la empresa, incluso con ellos, escucho.

"¿AMOR DE UN DÍA?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora