Capítulo 30: "Contando los días para poder demostrarte mi amor"

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Una pelinegra se encontraba sentada frente a un joven que la miraba profundamente.

Me alegra que te haya gustado el restaurante, decía Hit.

Es un restaurante muy bueno, es la primera vez que vengo, como ya te lo comenté, respondió Milk.

Pues este es mi lugar favorito, aparte de exclusivo, es uno de los mejores del país, dijo Hit, haciendo una pausa para añadir: Si gustas mañana también podríamos cenar aquí.

Mañana cenare con Jiren, respondió Milk.

Bien, entonces lo dejamos para el siguiente día, dijo Hit.

Está bien, pronunció Milk.

¡Gracias Milk! ¡gracias por esta oportunidad! decía Hit, tomando las manos de la pelinegra de manera sorpresiva.

No hay nada que agradecer, contesto la pelinegra retirando sus manos, haciendo una pausa para añadir: Ya es tarde, y mañana tengo trabajo.

Bien, vámonos ya entonces, dijo Hit.

Al día siguiente: "Mansión Ox"

¿Y cómo la pasaste en tus citas hija?, decía el señor Ox, mientras desayunaba junto a su hija.

Bien padre, respondió la joven.

El padre de Jiren, me dijo que hoy cenaras con su hijo, acoto el gigantesco hombre.

Sí, quedamos en cenar hoy, contesto la pelinegra.

Espero y disfrutes mucho de la compañía de Jiren, dijo el señor Ox.

Tiempo después: "Empresa de Milk"

Un apuesto jovencito de cabello alborotado de mirada nostálgica entraba a una oficina, y al ver dentro de la misma a su joven jefa su mirada se le ilumino.

Ya estás aquí, decía Gokú, tras cerrar la puerta, mientras caminaba hacia el escritorio de la pelinegra.

Me surgió un contratiempo, por ello me retrase un poco, pero ya estoy aquí, respondió Milk.

¿Qué contratiempo?, dijo Gokú en tono preocupado.

Recibí una visita, es todo, añadió la pelinegra.

Una visita, pronunció el joven de cabello alborotado, mientras pensaba: De seguro de alguno de sus fans.

Sí, Diecisiete fue llevándome flores a casa, como me daba los buenos días, contesto Milk.

Claro, respondió Gokú.

Bueno, veamos los pendientes, agrego la pelinegra.

Horas después:

¿Almorzaras fuera?, decía Gokú.

No, hoy me quedare de corrido, tengo muchos pendientes, respondió Milk.

Claro, entonces te pediré el almuerzo, dijo el joven de cabello alborotado feliz.

Tiempo después:

Toma, decía Gokú, colocando un pequeño recipiente sobre el escritorio de su jefa.

¿Qué es?, pronuncio Milk.

Un postre, mi preferido, y quiero que lo pruebes, es delicioso, decía Gokú.

La pelinegra miro con calidez al apuesto joven de cabello alborotado y recibió el recipiente, tras algunos segundos empezó a comerlo.

¿Qué tal te pareció?, decía Gokú feliz.

Delicioso, respondió Milk.

Me alegra que tengamos un postre en común entonces, agrego el joven de cabello alborotado.

"¿AMOR DE UN DÍA?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora