El sonido de una puerta saco de sus pensamientos a una pelinegra de mirada meditabunda.
En diez minutos nos traen el desayuno, dijo Gokú con calidez, mientras caminaba hacia su escritorio, al tiempo que la pelinegra cerraba la cajita musical. Sobre el escritorio está el reporte de ventas de este mes, y también el informe del evento al que asistimos, ya le envíe una copia a tu padre, agregó el apuesto joven.
Creo que te es muy difícil hablarme con respeto, pronunció Milk con calma.
¡Eh! es que eres muy joven, pero..., decía Gokú.
Ya no importa, no te lo reprocharé, después de todo me has ayudado mucho en estos días, solo no lo hagas delante de mi padre, acoto la pelinegra sorprendiendo por sus palabras al apuesto muchacho.
Sí, contesto el joven de cabello alborotado, mientras la pelinegra miraba las carpetas.
Veo que sabes mucho de negocios, incluso de finanzas, ¿acaso tienes estudios de economía, administración o contabilidad?, decía Milk.
No, pero tengo mi propio gimnasio, en él no solo soy maestro de artes marciales, sino además me encargo de todo lo relacionado a la administración y contabilidad del mismo, respondió Gokú, mientras en su rostro se plasmaba una encantadora sonrisa, mientras un pensamiento venía a su mente: Estamos hablando de algo que no es trabajo, si, lo estamos haciendo.
Ah sí, claro allí debiste adquirir la experiencia, dijo Milk, haciendo una pausa para agregar con curiosidad, mientras revisaba uno de los informes: Pero no comprendo, si tienes un negocio propio, ¿por qué trabajar en otro lugar?, ¿acaso tu negocio no te rinde lo esperado?
Me da lo necesario para poder vivir de manera tranquila, y permitir que otras personas que trabajan junto a mí, también lo hagan, sin embargo, no es como para volverme millonario de un momento a otro, yo estoy conciente que para poder conseguir una fortuna hay que trabajarla arduamente, y en ello estoy, es más hace un poco más de un año el alcalde del pueblo reconoció a mi gimnasio como uno de los mejores de la ciudad, respondió Gokú con orgullo.
Ah sí, dijo Milk, guiada por la curiosidad.
Incluso me dieron un incentivo monetario, el cual invertí en hacer mejoras para el gimnasio, agrego el joven, mientras pensaba: Tal vez sea el momento de hablar de mis sentimientos hacia ella, de esos sentimientos que nacieron en mí desde que la vi en aquel pub.
Claro, pronunció la pelinegra.
Ese fue el motivo porque aquel día que no recuerdas fui al Pub Dragón, añadió Gokú.
Lo lamento, pero no recuerdo a verte visto ese día, dijo Milk con la misma firmeza que antes le hablaba, para así disimular lo nerviosa que estaba tras las palabras que pronunció su apuesto asistente, al tiempo que el teléfono de la oficina empezó a timbrar.
Pues yo desde ese día no he podido olvidarte, y me trace un objetivo volver a verte y seguir trabajando arduamente para poder brindarle en un futuro a la princesa de mis sueños todo lo que merece, agrego Gokú, mientras tomaba la llamada, al tiempo que la pelinegra bajo la mirada y sus mejillas empezaron a teñirse de carmín. Bien, que pasen, decía Gokú.
Luego de ello el apuesto joven dejo el fono del teléfono sobre el mismo, al tiempo que la puerta de la oficina se abría, para segundos después ingresaran un par de meseros.
Ese es para la señorita, pronunció Gokú, mientras el mesero asentía y se dirigía a colocar la bandeja con alimentos sobre el escritorio de la pelinegra.
Tras algunos minutos el par de meseros salieron de la oficina, dejando solos al par de jóvenes.
Espero y haya elegido lo correcto para ti, estuve averiguando sobre tus preferencias en los alimentos, pero las secretarias desconocían de los mismos, sin embargo, tu padre me brindo esa información, dijo el joven de cabello alborotado.
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"¿AMOR DE UN DÍA?"
DiversosElla quiere una relación de solo un día. Él la quiere para el resto de su vida desde la conoció y esta dispuesto a todo para quedarse en su vida. ¿Lo logrará? Descúbrelo en: "¿Amor de un día?"