Capítulo 3: "Reproche, reflexión y decisión"

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Un apuesto jovencito de cabello alborotado, que tenía una bella sonrisa plasmada en sus labios, abría sus parparos lentamente al tiempo que con una de sus manos palpaba uno de los lados de la cama donde estaba recostado como si anduviera buscando algo.

Al no hallarlo, giro su rostro, mientras decía: Princesa bella, ¿Dónde estás?

El apuesto joven se cubrió su cuerpo con una de las sábanas, al hacerlo noto que una de ellas estaba manchada, y la doblo, dejándola sobre la cama, luego de ello tomo su ropa y se vistió rápidamente.

¿A dónde fuiste niña bella?, pensó Gokú, mientras se colocaba sus zapatos, una vez que termino de hacerlo salió corriendo de la habitación.

En tanto:

Una aturdida pelinegra caminaba presurosa por una calle, mientras pensaba: ¿Cómo pude hacerlo?

En un determinado momento la joven detuvo su avance, al notar que estaba caminando en plena madrugada por una calle desconocida para ella.

Llamare al chofer de la casa, para que venga por mí, pensó Milk, mientras caminaba hacia una banqueta.

Pub Dragón:

Gokú buscaba con la mirada en medio de la cantidad de jóvenes que había en el lugar a la pelinegra pero no la encontró.

¿Se habrá ido?, pensó Gokú, mientras caminaba hacia la puerta del lugar.

Al llegar a la misma se acercó a los encargados de la entrada, y les pregunto por la jovencita.

Es que señoritas pelinegras y de traje de cuero negro, hay muchas en el pub como lo habrá notado, por ello tiene que ser más preciso joven, decía uno de los uniformados.

Ya le dije es muy bella, de hecho, su belleza no ha podido pasar desapercibida, además usaba una tarjeta vip, agregaba Gokú.

Jovencito debió preguntarle su nombre, dijo otro de los uniformados sonriendo, haciendo una pausa para agregar: Te daré un consejo, muchas de las niñas ricas vienen aquí solo en busca de diversión, si tú fuiste elegido por una de ellas para ser parte de la misma, confórmate con ello muchacho, porque dudo que la vuelvas a ver.

No seas tan duro Bills, decía otro hombre.

Solo soy sincero, respondió el nombrado, posando su mirada en el joven de cabello alborotado para continuar diciendo: Muchacho, de seguro ella ya se fue, y lo mejor es que tu hagas lo mismo.

Diversión, si ella hablo de ello, pero, sin embargo, ella no parecía buscar esto, además la sentí tan dulce y tímida, a pesar de esa coraza de mujer sexy que trataba de aparentar, claro era su primera vez al igual que la mía, ello lo descubrí cuando ya no pude dar marcha atrás debido a la pasión del momento, como podía rechazarla, ella me tenía encandilando, y la verdad no me arrepiento de lo que paso, pues fue maravilloso, pensaba Gokú.

Joven, ¿se retirará ya?, dijo una voz.

¡Eh! sí, sí, respondió Gokú.

Mientras tanto:

Una ensimismada pelinegra viajaba a bordo de un auto, mientras miraba por la ventana, al tiempo que pensaba: ¿Cómo pude traicionar a mis principios?, ¿Cómo pude hacerlo?, tanto fue mi dolor a su traición que ni siquiera pensé lo estaba haciendo, me he comportado como una cualquiera, le entregue mi primera vez a un desconocido, y lo peor de todo es que no puedo culparlo a él, ya que yo fui la que insistió.

Señorita Ox, señorita Ox, decía el chofer del auto.

Sí, respondió la aturdida pelinegra.

Ya llegamos, agrego el hombre.

"¿AMOR DE UN DÍA?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora