Lazos perdidos True_links: Parte 7

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Un grupo de monstruos se enfrentaban en el cielo de Mahora. Los relámpagos, los témpanos de hielo y las lanzas de obsidiana eran lo más vistoso, pero los silenciosos y casi mortales intercambios del tipo de alas negras y el sujeto del traje espacial parecían ser los más peligrosos.

—¡Fate, confiemos en esta persona!

—Lo lamento, Negi-kun, eres demasiado ingenuo.

A pesar de que Evangeline y Negi habían decidido que el enemigo era el tipo de cabello plateado, Fate insistía en que los dos debían ser tratados como tal; así que Armando tuvo que lidiar con sus ataques la mayor parte del tiempo.

—El Niño de los Mil Mundos resultó ser el guardián de la codicia... ¿Qué parte de ti siendo el «héroe» de tantos mundos es codicioso? Te queda mejor el título de la soberbia.

—Ladra todo lo que quieras, Silver... —un aura azul cielo lo rodeó por completo—. ¡No vas a engañarme!

Armando se lanzó de frente con un golpe directo. Era difícil de notar, pero Eva y Negi lo asistían, pues un enorme bloque de hielo bloqueó el camino de salida del peliplateado y un relámpago lo impactó de lleno.

Al principio, golpearlo directamente con magia no sirvió de mucho, pero ahora que no tenía su arco, parecía mucho más vulnerable, sobre todo porque estaba tratando de esquivar los ataques de esos tres.

Sin embargo, aunque estaban haciéndole daño, no parecía que estuvieran muy cerca de derrotarlo. Era la misma sensación de golpear y golpear al jefe de una mazmorra y descubrir que sólo le habías bajado diez puntos de HP.

Siendo consciente de ello, Armando le gritó a Fate.

—¡Negi no es tu amigo, imbécil, aún te guarda rencor por lo de Mundo Mágico!

Una vena se saltó en la frente del peliblanco.

Mille Gladii Obsidiani —con voz fría recitó aquellas palabras y decenas de espadas de obsidiana aparecieron a su alrededor, entonces levantó la mano y las mandó hacia el moreno—. ¡Despedácenlo!

Armando no tuvo mucho problema haciendo algo con esas espadas, para empezar, Fate no sería tan estúpido como para gastar energía si esas cosas terminaban siendo esquivada y «accidentalmente» golpeaban a Silver. Se hizo a un lado y atrapó sólo una de las espadas en el aire, lo hizo con la mano izquierda.

—«Serpiente de fuego, fiel seguidora de quién fue Señor de todas las Batallas, despierta ante mí en este recipiente de piedra hirviente...» —Levantó la espada al cielo y una columna de fuego azul bajó desde las nubes—. ¡Xiucoatl!

La espada de obsidiana perdió su forma y, en cambio, adoptó la figura de una serpiente de fuego azul enroscada en el brazo de ese chico de alas negras. Hasta unos momentos atrás, su poder mágico era apenas perceptible, había estado peleando puramente con ki, pero ahora...

—¡Viene el round dos, perro!

...su poder mágico parecía mezclado con su ki, era casi como kanka.

—Chico... —sudaba frío y una sonrisa para nada linda adornaba su rostro como de muñequita— esto es malo, parece que todavía no van en serio...

—Lo sé... —Fate se reagrupó con ellos—. ¿Qué deberíamos hacer?

—Negi-kun, lo mejor será...

Sus palabras fueron interrumpidas por un resplandor plata en el cielo. Los cinco, sí, los cinco, voltearon hacia arriba y encontraron que lo que debía ser un cielo más o menos nublado ahora parecía un charco de algo parecido a mercurio.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora