Forjando lazos World_Ends: Parte 2

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Había pasado una semana desde que los recuerdos verdaderos de la mayoría regresaron. Se mantuvieron buscando "el fin del mundo", pero jamás encontraron ese lugar en blanco. También quisieron convencer a Mikoto e Index de recibir el tratamiento de Melissa para recobrar sus verdaderas memorias, pero las dos se negaron rotundamente. Intentar despertar a las chicas que fueron secuestradas por Helena desde el principio o al mismo Silver también ocupó mucho tiempo en sus agendas, pero nada funcionaba así que decidieron esperar a que se levantaran solas mientras se les ocurrían otros métodos. Lo único que podían hacer en una situación como esa era entrenar.

—¡Lo lamento tanto, Nicolle —juntaba sus manos frente a su cara enrojecida y agachaba su cabeza—, me quedé dormida!

Las dos estaban en un pasillo de los dormitorios, caminaban con relativa velocidad. Asuna usaba uno de los vestidos de Lolita que Evangeline la obligaba a usar, la pelinegra, por otro lado, vestía esa ropa militar negra que parecía agradarle a Armando.

—Ya te dije que no te preocupes —sonrió enseñando sus grandes colmillos—, Armando me dijo que descansara en lo que despertaban.

—¿"Despertaban"?

—Sip —pateó una puerta y la abrió de golpe—. Después de todo, él no puede entrar a la esfera diorama sin tu ayuda.

Entre las cobijas de una cama de madera que se veía algo roída por el tiempo, había un chico de cabellos de punta que no se despertó ni por el portazo.

—Kamijou-kun...

—Suele dormir en su bañera, así que tener una cama lo debe tener en las nubes, pero hay que despertarlo.

—¿¡La bañera...!?

¿Debía comentar sobre ello o no hacerlo? ¿Qué clase de situación precaria estaba pasando ese chico Kamijou Touma? Quería ayudarlo, pero no sabía qué hacer con la situación en su mundo de origen.

Como fuera, Nicolle saltó en el aire y cayó con ambos pies juntos en el estómago del chico.

—¡Despierta dormilón!

—¡Buagjah!

La chica de ojos color sakura aterrizó en el suelo como si nada y levantó los brazos. Por otro lado, el chico se retorcía del dolor en su cama.

—¡Maldición, Nicolle...! —Dijo entre tosidos—. ¿Por qué...? —Ahora entre lágrimas.

—Armando me dijo que te despertara en cuanto Asuna lo hiciera.

«Entonces no nos esperabas a ambos, sólo a mí...», pensó la pelirroja sin ser capaz de hacer otra cosa que no fuera sonreír.

El chico se incorporó y la tomó por el cuello de la playera.

—¡Entonces pudiste hacerlo de manera pacífica!

—¿Me perdonas? —Ladeó su cabeza.

Ella era incluso más alta que él y posiblemente más robusta, pero sus ojos color sakura que eran tan claros y expresivos lo atraparon por completo con la guardia baja, eso por no hablar de esos dotes delanteros que eran los que realmente lo tenían atrapado.

«Maldición...»

—Sí...

Así, el Imagine Breaker, la chica fénix y la Princesa del Crepúsculo se alistaron para entrenar junto al resto. Todo lo que quedaba por hacer era entrar a la esfera diorama de Eva.

—Kagurazaka, por favor.

Asuna asintió y estiró su mano en dirección del chico. Una especie de tela blanca se extendió alrededor del brazo derecho y, aunque primero pareció ser rechazada por el Imagine Breaker, pronto tomó su forma y cubrió todo el brazo desde las puntas de los dedos hasta el hombro.

Kamijou abrió y cerró el puño frente a su rostro.

—Se siente raro que no rompa la magia...

—Bueno, ya sabes lo que dijo Eva-chan —se cruzó de brazos y puso cara seria—. "Sus atributos son básicamente los mismos —lanzó un mechón de su coleta hacia su espalda—: regresar el mundo a un estado primordial, es normal que no se cancelen entre sí".

—Eres buena en eso... ¿Evangeline lo sabe?

—No le digas... —un sudor frío recorrió su espalda—. Tendría problemas para lidiar con ella.

—Eso supuse —se paró en el círculo mágico frente a la esfera—. Nicolle, ¿nos vamos?

—Para lo dormido que estabas pareces bastante enérgico.

Kamijou Touma rio y golpeó el aire con su mano derecha.

—Bueno, no siempre puedo tocar la magia sin destruirla, me pone de buenas.

—Eres raro...

Nicolle y Asuna se metieron al círculo también y los tres desaparecieron. Apenas llegaron ahí, Kamijou Touma vio el infierno y un ataque de viento lo alcanzó en medio del fuego cruzado y lo lanzó algunos de cientos de metros sobre el cielo.

—¡¡¡Fukou da!!!

—¡Kamijou-kun!

—Tamaya...

Asuna cogió a Nicolle por la manga de la playera y señaló al Touma volador sin ser capaz de decir palabra alguna.

—Es más duro de lo que crees —se sonrojó y rascó su mejilla—, incluso peleó a mi lado y me salvó. Eso no es nada para él.

—¿Es así...?

Esa chica de ojos de distinto color alzó la vista al cielo y vio la silueta de un albino que lo tomó como si fuera una princesa y lo devolvió junto a ellas como si de un bulto de papas se tratara.

—Cuídalo, bien —apenas dijo eso, desapareció en una nube de choque supersónico.

—Sí —se quedó saludando a la nada.

—Parece que los quieres mucho, ¿no?

Kamijou Touma seguía tirado en el suelo, siendo incapaz de reconocer arriba de abajo.

—Bueno, tú también quieres a Negi y a Nagi, ¿no?

Asuna se sonrojó, incluso volteó a otro lado, pero...

—Sí, son mis héroes.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora