Un mundo frágil Fake_Links: Parte 12

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Los chicos de la preparatoria para "problemas" y sus "cadenas" se encaminaron a cierta cabaña en medio del bosque. Ellos eran, en pocas palabras, los alumnos particulares de Evangeline A.K. McDowell, la Maga Nosferatu, el Evangelio Oscuro, la Titiritera de la Oscuridad y cuantos apodos se ganó aquella mujer en el pasado. Con ellos iba una chica más, la Ministra de Inugami Kotarou y su novia, Murakami Natsumi.

Natsumi era, posiblemente, la más cuerda del grupo. Sus pecosas mejillas iban infladas a tope, y es que esa era su manera de demostrarle a su chico que estaba enfadada y que era un estúpido.

—Vamos, Natsumi, no estés tan enojada —volteaba de un lado para otro en busca de una respuesta que le ayudara, pero no estaba en ningún lugar, ni siquiera en las cabezas de sus amigos—. ¿Cuántas veces tengo que decirte que lo siento?

—Ya te dije que no estoy enojada —sí lo estaba—. Ya deja de molestarme, Kotarou.

Enfrente, el resto de los chicos caminaba sin poder voltear ni una sola vez, eso sería grosero y los metería en problemas.

—(Ahora que hizo ese perro pulgoso para que Natsumi se enojara tanto.)

—(Creo que la dejó plantada en la mañana, aunque no sé qué iban a hacer...)

—(Mmm...)

La plática de los hermanos transcurría sin dilaciones a pesar de lo que ocurría a sus espaldas, pero era raro porque incluso el buen Gunha, ese chico sin sentido común alguno, no hablaba como idiota todo el tiempo.

—(Debía ayudarle con algo del club de teatro nyaa, por eso es mejor ser un inútil hermano mayor con una incondicionalmente amable hermanita menor.)

Asuna le lanzó una mirada de "muérete, pervertido". Tsuchimikado sólo pudo alzarse de hombros y seguir caminando sin hacer mucho aspaviento.

—(Dejando eso de lado... me pregunto si esa chica Ruiko si va a...)

Sus palabras fueron interrumpidas por una repentina presencia que pareció caer del cielo. Aunque se quedó atorada entre las ramas de los árboles y no terminó por golpear el suelo.

—Ay, ay, ay... —se sobó el trasero—. ¡Mis nalguitas!

Todos se quedaron boquiabiertos ante su llegada. Y no era para menos, era una muchachita de piel canela y cabellos plateados que se veía extrañamente lasciva para la sensación pura que daba. Su ropa no era ni reveladora ni ortodoxa, sólo eran unos tenis rojos, un pantalón ligeramente entallado y una camisa de cuadros blancos y negros. Su cuerpo tampoco era distinto del de una chica promedio de 16 años, entonces... ¿por qué le robó el aliento a todos, incluidas las chicas?

—Alguien ahí abajo... —les hizo señas—. ¿Podrían ayudarme?

Setsuna cayó en cuenta de que era la más apta para el trabajo y desenvainó una espada, parecida a la de Eishun de Ala Rubra; cortó las ramas que la mantenían en las alturas.

Rastel Mascir Magister, Spiritus Venti.

Con el báculo que su padre de le dio antes de marcharse, Negi dijo aquellas palabras y una ráfaga poderosa detuvo la caída de aquella chica plateada unos centímetros antes de tocar el suelo. A diferencia de Nodoka, quien se desmayó por la impresión la vez que fue salvada de la misma forma, ésta chica puso sus pies en el suelo como si nada y les hizo un símbolo de paz (V de victoria en este caso).

—¡Gracias, chicos y chicas! —Sacó una liga de cabello negra y ató su cabello en una sola cola de caballo—. ¡Gray está aquí!

Quedaron en silencio por un rato y se vieron los unos a los otros.

—Este... Kamijou-san está confundido, ¿quién eres tú?

Gray, al parecer ese era su nombre, levantó su mano rápidamente y habló fuerte y claro.

—¡A veces una linda doncella por rescatar, otras, un valeroso guerrero espacial, pero mi verdadera identidad es Gray, la Detective Galáctica!

Sólo una persona no tenía cara de "¿¡Pero qué cojones...!?", su identidad resultaba obvia.

—Me agradas, tienes agallas.

La chica de piel canela mostró una sonrisa coqueta y le guiñó el ojo a Gunha.

—Tú también me agradas, encanto.

—¡Espera un momento! —Replicó Asuna—. ¿¡Qué haces aquí!? ¿¡Siquiera eres estudiante de la ciudad!?

La sonrisa se borró de su rostro y una mirada penetrante se configuró.

—Bueno, el asunto es que... necesito su ayuda para encontrar a cierto niño.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora