To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary Tome

Uniendo corazones Dragon's_Seed: Parte 9

Una antigua unidad de batalla llamada Red Pirate salió de una de las compuertas del V-98-A a una velocidad alucinante. Mariolla lo reconoció apenas lo vio.

—¡Es mi primer robot de combate! ¿¡Por qué se los prestaste!?

—¡Cielos, hermana! ¿¡De verdad estamos en condiciones de escatimar con la fuerza!? ¡Lo querían y se los di! ¡Jajajaja!

Tsuchimikado se encargaba de proteger a Maika y Konoka junto a Setsuna. Konoka era, sin tomar en cuenta a Rubí, su única sanadora; pero, como la pelirroja se había ido a ayudar en la batalla con Helena, no tenían más opción que cuidarla como a un preciosismo tesoro; aunque no es que Setsuna no lo fuera a hacer desde un principio.

—Eres poco menos que inútil sin magia, deberías retirarte —uno de los ataques de la batalla contra Helena dio en el casco de la nave; algunos pedazos de metal volaron hacia ellos y ella los rebanó en pequeños pedazos—. Deberías quedarte atrás.

Tsuchimikado tronó la boca y apretó ambas manos. Tenía en sus manos una katana de tsuba inexistente y agarradera de madera.

—Eishun-san me la dio cuando supo que él no regresaría aquí con nosotros... —Una especie de impacto de energía desconocida lo asaltó; fue capaz de cortar a través de él usando sólo ki—. Tal vez no pueda utilizar magia, pero parece que mi cuerpo no cambió tanto como para que el ki me haga daño. Tengo que ser capaz de devolver esta espada sin sentirme una mierda conmigo mismo —sonrió altanero—. Aunque claro que te confiaré lo difícil a ti, Secchan.

—¡No me llames por ese nombre! —Blandió su espada contra el chico de forma que él pudiera detenerlo; ir en serio podría matarlo—. ¡Esa manera de hablarme sólo está permitida a Ojou-sama!

Maika ayudaba a Nodoka a atender y organizar a las personas que, heridas, acudían a ella en busca de una salida al dolor o a la propia muerte.

—Cielos... Aniki se lleva demasiado bien con Setsuna-san.

—¿Celosa...? —Usaba su artefacto para curar mientras conversaba con la pequeña maid.

—No tanto...

—Ya veo. Siempre pensé que a Secchan le faltaba un amigo como él —los vio de reojo por un momento, Setsuna era claramente más fuerte, pero no parecía preocupada por cuidar todo el tiempo del rubio—. Asuna ayuda, pero él se mete directamente con ella. Es lindo verla así.

La nave se destruía con más y más fuerza. Las batallas pronto llegarían a su fin.