Capítulo 3: Recuerdos felices Phantom_Links

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Los días en que reía y lloraba junto a todos los chicos del ala alba comenzaban a sentirse lejanos y hasta ilusorios, sobre todo porque ya no le quedaba prueba alguna de que realmente hubieran sucedido.

Por aquel entonces, el baile que organizó el Gobernador General de Nueva Ostia, Kurt Gödel, los atrajo como moscas a la luz. El palacio era un lugar radiante y lleno de personas hermosas y de la alta sociedad, hombres y mujeres influyentes que podían decidir el curso del mundo mismo. Muchas personas estarían encantadas con tan sólo ver ese baile de ensueño, con vestidos como de princesas, aunque fuera de lejos, pero había un chico que se sentía incómodo en ese ambiente.

—No me gustan estas cosas —suspiró—, ¿y si voy al baño con Jack?

La atmósfera de alta clase se sentía hasta opresora para ese muchacho que siempre buscó vivir libremente. Si hubiera electrónica o ritmos más tropicales, estaría como pez en el agua, pero ¿qué se suponía que se hacía en un baile de gala? Para empezar, aunque era el ganador definitivo del torneo de celebración por los veinte años desde el final de la guerra, no había ni una chica linda intentando bailar con él; tampoco Ako estaba cerca.

—Ah, esos idiotas... —veía a lo lejos cómo las chicas y mujeres guapas de ese salón se amontonaban para hablar con Negi y Kotarou—. ¿Por qué todas van tras ellos si yo fui el que ganó?

—Déjame adivinar: "quiero bailar, pero nadie quiere bailar conmigo", ¿es eso lo que estás pensando?

La voz aguda venía de atrás. Al darse la vuelta, descubrió a una niña castaña de coletas gemelas que usaba un vestido blanco que le llegaba hasta los tobillos; en su cabeza había orejas de gato y de la parte baja de su espalda salía una cola. Su nombre era Hasegawa Chisame y estaba cruzada de brazos; ser altanera en el momento indicado era su talento.

—Chiu... —algunas lágrimas se saltaron de sus ojos—. ¡Baila conmigo!

Intentó abrazarla, pero recibió una bofetada en la cara como recompensa.

—¿Eres del tipo que se enamora de cualquier chica que es aunque sea un poco amable contigo? —Lo veía como si fuera basura—. ¿Por qué no te buscas un poco de orgullo?

—No es eso —se rascó la cabeza y desvió la mirada—. Esta fiesta es un asco, ¿sabes?, estaba pensando que bailar haría todo menos soso...

—Pero tú no quieres bailar conmigo, ¿o sí? —Su sonrisa era todo menos la que debía haber en la cara de una niña pequeña—, Anda, piérdete y ve a buscar a Izumi.

—¡Pero...! —Estaba por replicar con fuerza, pero su ánimo se fue al suelo—. Pero no creo que ella quiera... A ella le gusta Ne... —fue lo que se estuvo diciendo siempre, pero eso también era echarle demasiado la bola al pelirrojo—. A ella le gusta Nagi.

—¿Y qué? —Le echó un vistazo a toda la gente que ya estaba bailando—. No es como que todos los que están bailando en este momento sean pareja, hay padres e hijas y hermanos...

Sus palabras se detuvieron por la repentina sombra de pesimismo que atrapó al chico de piel oscura. En ese aspecto, era igual de idiota que el enano.

—No quiero ser su hermano o su papá... —pateaba el suelo como un niño pequeño—. Ser su amigo también sería malo...

Una vena se saltó en la sien de Chisame.

—¡Entonces ve y dile de frente! —Comenzó a picar su pecho como si quisiera empujarlo con un solo dedo—. ¡Has estado dándole vueltas y evitándola desde que peleaste con el viejo Rakan! ¿¡Eres un maldito niño de primaria o qué!?

Los labios de Armando se apretaron como si estuviera conteniendo las ganas de llorar. Era el más fuerte del grupo, pero comenzaba a parecer más y más infantil que Kotarou y Negi.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora