Uniendo corazones Dragon's_Seed: Parte 11

3 0 0
                                    

El Red Pirate, tripulado por ITEM y Chachamaru volaba a toda velocidad entre los miles de «Krillones» que se presentaron en aquel universo. Pero no era identificado como una amenaza, todos estaban más centrados en el monstruo alado que los rebanaba sin piedad uno a uno.

—¡Waaa! —Tragó saliva; los controles del Red Pirate eran resbaladizos por culpa de su propio sudor—. ¿De verdad Armando no se volverá en nuestra contra si intentamos acabar con esos monstruos?

Una especie de espera negra se reunió cerca de la boca del hombre de piel morena; entonces disparó algo así como un rayo rojo que comenzó a barrer con todos esos monstruos.

—¡Como sea, Hamazura! —Señaló a la paradoja que llegó de primera—. ¡Ese bastardo es el más problemático! ¡Disparemos a él!

—Si, Hamazura. Mugino tiene razón.

Tanto Mugino como Takitsubo permanecían conectadas mediante una especia de cascos al sistema del Red Pirate. Lo mismo pasaba con Chachamaru, que ayudaba a Aneri con los cálculos complicados que Hamazura no podía hacer. Por su parte, Kinuhata mantenía sus manos pegadas a la puerta de la cabina para mantener en su lugar una capa de nitrógeno fortificado que recubría toda la coraza del mecha. Si Hamazura no hacía un buen trabajo, entonces su esfuerzo sería en vano.

«Bueno, pues...»

El Red Pirate contaba con una gran arma de «fuego». Apuntó con ella hacia la paradoja y disparó un rallo morado de Melt Downer. Esa cosa sólo levantó una de sus manos y detuvo el impacto por completo.

—Debí suponer que no lo dejarían morir solo. Debo reconocer que es un bastardo que hace que la gente a su alrededor se mueva.

Aquellas palabras llegaban directamente a la cabeza de las personas de la cabina. Sin embargo, las reacciones de todos fueron distintas.

—¡Yo sólo sigo órdenes, cabrón!

—¡No es por eso, desgraciado! ¿¡Quién va a querer que Armando no muero!? ¡No podría importarme menos!

—Súper esa cosa está como obsesionada con Dai, ¿no?

—¿Dai? Pensé que se llamaba Armando...

—Dai es el apodo del ayudante de Negi-sen...sei... Algunos archivos desconocidos comenzaban a aparecer en la carpeta de recuerdos de Chachamaru. Era como si... hubiera tenido amnesia sobre la persona conocida como Armando Luna Avilés—. ¿Eh...? —Se llevó la mano a la frente por acto reflejo—. ¿¡Qué es...!?

Hamazura sintió escalofríos recorrer su espalda. Tal vez comenzaba a identificar cuándo uno de esos monstruos de fantasía venía por él.

—¡Ahí viene! ¡El apodo de Armando puede esperar para otro momento!

Disparó al menos otras tres veces, pero, sin poder darse cuenta del momento en que sucedió, aquel monstruo ya se hallaba frente a ellos.

Sonrisa desquiciada, ojos de maníaco, un cabello que flotaba como víboras furiosas por culpa de la falta de gravedad... El rubio artificial sintió que el corazón se le detendría. Pero aquella bestia fue repelida por un ataque lateral, parecía una especia de corte de oscuridad.

—¿¡Quién les dijo a ustedes que me ayudarán, grupo de idiotas!?

—No te estamos ayudando... —Susurró Mugino—. ¡Es mi venganza por lo que Krillón me hizo la vez pasada!

—¡Que no hay tiempo de hablar!

Hamazura apuntó al monstruo y lanzó otros tres disparos. Esta vez el monstruo fue capaz de esquivarlos y avanzar. Armando volvió a lanzar un ataque.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora