To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary Tome

Lazos perdidos True_links: Parte 3

Diciembre, Mahora.

Para las que no eran como Asuna o Ayaka, que debían estar constantemente en juntas acompañando a Negi en las negociaciones con Mundus Magicus, la preparatoria había sido más bien normal y a veces hasta aburrida. Ahora sólo les quedaba un trimestre para dejar el nido y tener que ingresar a la universidad o encontrar un trabajo decente. Para festejar eso y que ya pronto sería Navidad, decidieron quedar en un restaurante en el que todas se sintieran cómodas. La búsqueda fue difícil por lo distintas que eran, Eva incluso dijo que no saldría de su resort, que si iban a hacer algo, mejor lo hicieran ahí; pero Izumi Ako, de diecisiete años, encontró un lugar, en la misma Mahora, que no estaba nada mal, incluso Eva dijo que tenían tartas de arándano "aceptables" y que estaba bien si era ese lugar.

Sólo había reunido a unas cuantas: Yuna, Yue, Asuna, Chachamaru, Ku, Konoka, Haruna, Setsuna, Makie, Kaede, Chisame, Eva, Nodoka y Natsumi. Con ella eran quince, tener a la mitad no era tan malo, ¿cierto? Además de estas chicas estaban Kotarou, Negi y, por alguna razón que no comprendía, Fate.

«Sigue siendo incómodo estar cerca de él...»

-¡Oi, Bakanegi, ¿por qué este enano está aquí?! -Asuna terminó diciendo lo que ella pensaba-. ¡Se supone que es una reunión del 3A!

-Kagurazaka Asuna -sus ojos eran igual de inexpresivos aunque había sido llamado enano-, te recuerdo que fui su maestro por dos trimestres.

Yuna saltó al ataque desde atrás.

-¡Y fueron los peores dos trimestres de mi vida, eras peor que Nitta!

-Imposible... -apretó sus manos-. Nitta es el verdadero terror de Ken-sama, no hay manera de que yo...

-¿Ken-sama? -Ladeó su cabeza de manera adorable-. ¿Quién es ese?

-No es raro que no lo conozcas, Makie-kun, pero él es... ¡el verdadero Mago del Comienzo, Dios, Señor y Soberano de éste y muchos otros mundos! ¡Y Nitta siempre está ahí para atormentarlo!

Chisame, a un lado, resopló y se sobó el tabique de la nariz.

-Oi, Sensei... ¿Está bien que lo dejes romper la cuarta pared tan fácilmente? Digo, no es su tipo de personaje y tampoco hacemos eso en este manga...

Negi permaneció taciturno. Ahora que tenía trece años, esa mirada seria en su rostro le quedaba más, aunque de todas formas se veía extraño.

-Sensei -alzó la voz para llamar su atención-, ¿ya estás pensando en cosas innecesarias otra vez? Te estás tomando un maldito día de descanso, disfrútalo.

El chico asintió en silencio.

-Chisame-san... Sobre eso, la verdad es que...

-¡Oi, Kagurazaka, tu estúpido mocoso está pensando en el trabajo!

Ni siquiera lo dejó hablar, esas palabras fueron suficientes para que recibiera un zape tamaño Asuna.

-¡Tienes que descansar, idiota, ¿qué vas a hacer si te enfermas?!

-¡Pero, Asuna-san -sobaba su cabeza-, yo deberí-!

Haruna salió de la nada para meter una botella de sepa Dios qué en la boca del chico.

-¡Vamos, Sensei, esto te ayudará a relajarte!

Su risa estridente opacó el bullicio causado por las demás.

Negi terminó bebiendo de aquello, no sabía qué era, pero lo relajaba.

Entre empujones, jalones, gritos y risas, esa reunión en un restaurante familiar estaba llevándose más o menos bien. Normalmente no sería posible, pero cierta hija de la familia Yukihiro rentó el lugar entero para ellas, incluso le dijo al dueño que si alguien no se sentía intimidado por sus invitadas, podía pasar a recibir el servicio normal; con esas condiciones, el dueño no tuvo objeción alguna.