Capítulo 6: Uniendo corazones Dragon's_Seed

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Negi estuvo a punto de asesinar a Dynamis, el maestro de sombras, pero Luna, Shiori, se interpuso en su camino y logró detener la degeneración del alma del muchacho: logró evitar que el Hijo del Héroe se convirtiera en un monstruo al caer en la oscuridad. Sin embargo, el pelirrojo quedó hecho como de piedra, pues su alma no soportó la carga de magia negra.

Era hora en que incluso los planes por rescatar a Asuna fallaron por culpa de los tres Averruncus restantes.

Incluso así, incluso después de tanto tiempo y en aquella situación tan desesperada, Armando no lograba escapar de la técnica de la hermana de Zazie. El hermoso mundo en el que podía reír y jugar con su hermano y sus camaradas era... No había manera de luchar contra esa felicidad. Ahí, en esa fantasía perfecta, incluso su primer amor correspondía a sus sentimientos, pero...

—Rilet —le hablaba a una chica no humana de piel morena y cabello plateado; jugaban en una consola frente al televisor—, ¿algún día tendremos hijos?

—¿¡Pero qué dices, idiota!? —Su sonrisa colmilluda era idéntica a la RIlet de sus recuerdos—. ¡Son cosas que suceden sí o sí cuando dos personas se aman!

Era perfecto, fue lo que siempre quiso escuchar. Sin embargo, ella no tenía sentimientos: la Rilet original sólo pensaba en peleas y en las formas más prácticas de lidiar con los asuntos relativos a los seres vivos. En ese sentido, ella no habría usado la palabra «amar», sino... «reproducirse»; la oración habría ido en la dirección de dejar descendencia fuerte, no en apelar a los sentimientos. Por eso...

—Esto no es real...

El mundo perdió color y se rompió en miles de pedazos. Él permaneció ahí sentado, sin nada que sostener en las manos, sumido en una oscuridad profunda que su propio corazón creó.

—Esto no es... ¡¡VOY A MATARLOS A TODOS!!

Fuera de la mente de aquel muchacho, Negi acababa de despertar. La Averruncus del agua no fue rival para él y terminó desnuda y vulnerable después de un solo impacto.

Dynamis no podía creer aquello, por supuesto que Sextum tampoco daba crédito. Por otro lado, las compañeras de Negi festejaban el levantamiento de ese pequeño héroe.

—Llegas demasiado tarde para un protagonista... —sonreía mordaz en un intento de reducir los fríos sudores que bajaban por cada pequeño rincón de su cuerpo—. Lo prometiste, pero cada maldita vez...

Negi estaba feliz de ver que todas ellas estaban bien; también sonreía por cierto orgullo que nacía en su pecho.

—¡C-c...! ¿¡Cómo...!?

La Averruncus de Agua intentó levantarse, a pesar de su desnudez, y pelear de nueva cuenta, pero... una columna de luz blanca que descendió desde el techo la erradicó por completo. La pequeña Guardiana de las Tumbas tuvo que retroceder a una velocidad ridícula para no morir junto a aquella «marioneta».

Negi pensó por un momento que se trataba del artefacto de Chachamaru, era lo más lógico, pero... Chisame fue la primera en darse cuenta de que no era así; incluso Dynamis no terminaba de entender qué diablos era lo que sucedía.

—¿¡Ustedes se pusieron de acuerdo o qué!? —Incluso comenzaba a llorar de la alegría al ver a sus dos más fuertes combatientes levantarse al mismo tiempo—. ¡Siempre causando tantos pro...!

Sí, Armando estaba de pie, pero había algo distinto en él. El aura ominosa que lo rodeaba, como un humo negro, era incluso más inquietante que la presencia de Dynamis.

—¡Sensei, algo raro le pasa a...!

—Ah, ah... Así que esto es lo que se siente dominar el poder de un dios...

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora