Uniendo corazones Dragon's_Seed: Parte 17

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 Helena tenía completamente dominada la batalla.

Othinus seguía interviniendo con su proceso de creación, pero la llegada del «lienzo blanco» hizo todo mucho más difícil para la pobre diosa.

Negi ni siquiera tenía margen para acercarse y tener un mano a mano, simplemente era repelido de varias formas: esferas gigantescas de goma, para rayos de oro, jaulas de Faraday.

Sí, Helena podía crear lo que fuera que imaginara llegados a ese punto.

Tomoko y Touma, por otro lado, podían repeler ataque del tipo «energético», como llamaradas o relámpagos; pero los taques sólidos, como pedazos de roca direccionados o enredaderas gigantes, no eran del tipo que el Imagine Breaker reconociera como no naturales, así que las alas de la pequeña bibliotecaria estaban siendo presionadas muy muy lejos de su capacidad real.

Para el caso de Asuna, que seguía peleando entre las aberturas que pudieran dejar Negi, Armando y Nicole, las cosas se habían puesto lentas. Realmente había tenido pocas intervenciones desde que todo el espacio se puso blanco.

Takahata, Saten, Rubí y Noukan intentaban seguir un patrón en el que pudieran servir de apoyo para los peleadores principales, pero lo más que lograban era hacer que ni Touma muriera y que Tomoko pudiera descansar un poco entre ataque y ataque.

Armando, Nicolle y Gray eran los que más lograban infiltrarse en la defensa, en parte gracias a la teleportación de la que disponían. Pero seguía siendo insuficiente.

—¡Tío, ¿no tienes una especie de plan secreto para estas situaciones?!

—¿Ahora sí soy tu tío? Qué convenien... —La mano de Helena lo tomó por la cara y lo estrelló contra un gran bloque de acero que no estaba ahí sino hasta que la cabeza de Armando chocó.

Algo tronó debajo de la mano de la mujer. No podía distinguir bien si era la cabeza dura de ese tipo o si se trataba del bloque de metal recién creado.

—Supongo que... —Las alas de Armando se doblaron en ángulos extraños e intentaron apuñalarla; no la dejarían acabar su oración siquiera.

Helena bloqueó con algunos escudos invisibles a los costados. Pero Negi, Asuna y Nicolle ya estaban detrás de ella apuntando, cada cual, con la lanza asesina de gigantes, la espada exorcista y la cimitarra de fuego y relámpagos Melissa.

—¡Soportalo por favor, Armando!

—¿Eh?

La lanza de relámpagos impactó a Helena en el abdomen y la perforo, llegando así hasta el moreno, empalándolo también. Los dos tosieron sangre. Sentían que cada uno de los músculos de sus cuerpos se engarrotaban. Incluso la sangre que se atoró en la garganta de Armando comenzaba a tragantarlo porque las contracciones de sus músculos del pecho no lo dejaban toser con la suficiente fuerza.

«¡Puto Negi!»

Nicolle y Asuna fueron más lentas, así que no alcanzaron a Helena antes de que se teleportara. Sus ataque cortaron como queso el bloque de metal donde la cabeza del mago mexica fue incrustada; ellas también estuvieron a punto de matarlo.

Helena se curaría del ataque de Negi usando su poder, no le llevaría ni un segundo reparar algo como eso, pero fue recibida con un golpe de mano derecha justo después de ser teleportada. Era como si la persona en cuestión supiera dónde iba a caer.

«¿¡Quién de los dos...!?»

—¡Eso es Onii-chan! ¡Eres increíble!

«¿Clarividencia? Esa mano no debería dejar que... ¡Es instinto de batalla!»

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora