Lazos perdidos True_links: Parte 9

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23 de diciembre, Gakuen Toshi.

El chico de pelos de punta y nombre Kamijou Touma era, en pocas palabras, un ama de casa todo poderosa que haría rendir la comida al máximo. Pero no siempre todo resultaba como él quería; al revés: nunca le salía algo.

-¡No quiero, Touma, no me gusta!

-Cómete el durian, es un regalo y no podemos desperdiciar la comida.

-¡No, Touma, las verduras pasadas de esa vez son una cosa, pero esto...! -Tomó algunas cosas del suelo y comenzó a lanzarlas-. ¡Esto no es un regalo, es una maldición!

La chica con hábito de monja banco sostenido por unos cuantos alfileres tapaba su nariz con una mano. No era para menos, el olor del durian no es cosa de risa.

-Humano, sé que no sonaré convincente después de que mi gente inventara el surströmming, pero si ese agujero negro dice que es imposible, yo le creo.

Las quejas venían de todos lados, incluso Sphinx maullaba desesperadamente porque de poco le servía poner sus patas frente a su nariz.

-¡Estoy harto de sus egoísmos! -Tomó un pedazo de la fruta ya abierta y la metió a la fuerza dentro de la boca de la monja-. ¡Te lo vas a comer, ¿entendido?!

La diosa mágica de bolsillo apenas y podía contener sus gritos al presenciar semejante escena.

«¡El humano se rompió!»

Sphinx intentó ayudar a su ama, pero por más que clavó sus garras en el pantalón del chico, éste no la soltó.

Index masticó a fuerza y tragó, habría muerto asfixiada de no hacerlo porque el chico le tapó la nariz. Al finalizar el bocado, sus pequeños labios glotones dijeron lo siguiente - ¡Está rico! -. Sin más dilaciones se acercó a aquella fruta fétida en la mesa y comenzó con el proceso usual.

-Kamijou-san se siente satisfecho...

Othinus y el gato calicó, su archienemigo, se acurrucaron en una esquina del departamento tratando de no ser visualizados por aquél monstruo. Tal vez habrían conocido un destino peor que la muerte si el timbre no hubiera sonado.

-Touma, abre -dijo con la boca llena-, estoy ocupada.

Volviendo a su estado habitual, Kamijou suspiró y caminó con pereza hasta la puerta. Las personas que encontró frente a la puerta eran un par de desconocidas.

-Hola, Touma -le dijo saludando con la mano izquierda-. Ha pasado un tiempo, necesito un poco de la ayuda de esa mano tuya.

-¡Tou-chan, escuché que pelearon contra un demonio muy fuerte!

Alta y baja, negro y naranja, color sakura y amarillo, un fénix y una muchachita de sonrisa gatuna... Ambas extranjeras, dos chicas, una en falda blanca y la otra con pantalones de mezclilla, llegaron a la puerta de Kamijou hablando de cosas horrendas. Decidió cerrar la puerta.

Los golpes no se hicieron esperar.

-¿¡Por qué nos cierras!?

-¡Huelen a peligro, vuelvan otro día!

-¡Puede que no tenga tanto tiempo! -Los golpes se hacían más fuertes-. ¿¡Y no una aventura es más divertida si huele a peligro!?

-¡Eso ni siquiera tiene sentido!

Los golpes cesaron y un extraño ruido como de electricidad sonó detrás de Kamijou. Incluso con su habilidad de combate, no fue capaz de detener aquello.

-¡Dijimos que te necesitamos, Tou-chan!

El chico escuchó aquellas agudas palabras y la visión del mundo se volvió extraña:todo estaba inclinado y seguía girando a su alrededor. Un ruido seco. Fue su espalda golpeando contra el suelo. El aire salió de sus pulmones y comenzó a balbucear en busca de él, pero sus piernas fueron sujetadas y una llave de lucha libre fue aplicada sobre ellas.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora