To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary Tome

Un mundo frágil Fake_Links: Parte 7

La tercera hora estaba por terminar y por alguna razón desconocida el profesor de física no daría clase. Ellos no sabían que era porque lo estaban regañando por usar el presupuesto que le habían dado para ir a cierto congreso de física en el CERN con el fin de contratar conejitas playboy.

En fin, los chicos se sentían aliviados de no tenerlo cerca y las chicas soltaban suspiros melancólicos una y otra vez.

—Kamiyan, vamos por algo a la cafetería.

Kamijou Touma, recostado en su pupitre, sólo levantó una mano y negó suavemente con ella. Así, el grupo conformado por Tsuchimikado, Inugami y Sogiita dejó el salón de clases.

—¿Qué es esta extraña pesadez...? —Suspiró y luego volvió a suspirar—. ¿Será que Kamijou-san se está volviendo un anciano estando en primero de preparatoria?

—Toda la felicidad se va a escapar de ti si sigues suspirando así, Touma-kun.

Una voz suave y hasta encantadora, aguda como una campana pero sin ser irritante, tranquila pero no demasiado y lo suficientemente vigorosa como para contagiar entusiasmo. Era una de las tantas formas de hablar sobre la voz de la nieta del viejo Konoemon, Konoe Konoka.

Konoka era, entre muchas otras cosas, una chica alegre y amable. Su cabello era negro y le llegaba hasta la cintura, sus ojos castaños eran más bien ligeramente pequeños y la manera en que se paraba sólo podía recordar a una mujer de la era Taisho.

Cómo era invierno, llevaba puesto ese uniforme de marinera negro de manga larga que te haría pensar que era simplemente un chica más de preparatoria en medio de Japón, pero...

—Konoe-senpai, ¿qué haces aquí? ¿No tenías clase?

La chica curvó sus pequeños labios hacia abajo.

—¡Touma-kun —llevó sus manos a su cadera—, ¿es esa la manera de tratar a tu senpai?

—Kamijou-san está teniendo problemas para entender qué hizo mal...

La chica levantó dos dedos — ¡Te dije que me llamaras Konoka y debes preguntar primero por Asuna, no por mí! —. Se cruzó de brazos y volteó la cara a un lado.

—¡Pero ninguna de esas cosas tiene que ver con la relación senpai-kohai!

Konoka rio y, al sentirse atraída por cierta parte de la conversación, una chica morena saltó sobre la espalda de Kamijou, aferrándose a él como si fuera un mono salvaje.

—¿Entonces es oficial que a Tou-Tou le gusta Asuna-aru?

Su nombre era Ku-Fei. La mayor experta de artes marciales de toda la ciudad. Normalmente alguien como ella estaría en una escuela para prodigios, pero su mal rendimiento escolar y su comportamiento infantil la dejaron en una preparatoria en la que estaban los chicos problemas y sus "cadenas"; no hace falta decir que ella era del tipo problema.

—¡Espera, Ku!—Intentaba sacudírsela al moverse de un lado a otro, pero estaba demostrando sus talentos de manera impecable—. ¡Ya no eres una niña, tus pechos, tus pechos!

Era verdad, Kamijou estaba en esa edad después de todo. Tendría problemas para sentirse tranquilo con una linda rubia de piel tostada subida en su espalda.

—¿¡Primero Asuna y luego a mí-aru!? ¡Eres aterrador, Tou-Tou-aru!

El chico de pelos de punta no dejaría que siguieran jugando con él. Se lanzó hacia atrás sin importar las consecuencias, así ella se soltaría si no quería golpear su nuca contra una banca. Al principio sintió la gravedad tirar de él, pero la sensación se convirtió rápidamente en un par de pechos, la verdad no muy grandes, siendo oprimidos con más fuerza en su espalda.